Sabemos que la cruda puede ser una experiencia nada agradable, por eso es esencial conocer cómo atenuar sus efectos de manera eficaz. Empecemos por lo básico: hidratación. El alcohol es diurético y nos deshidrata, así que reponer los líquidos es primordial. No olvides beber bastante agua antes, durante y después de la fiesta para mantener tu cuerpo bien hidratado. Si ya estás en plena cruda, sigue tomando agua para recuperar el equilibrio de fluidos en tu organismo.
Además del agua, las bebidas isotónicas pueden ser tus aliadas, pues ofrecen una rápida reposición de los minerales esenciales que el alcohol se llevó. A su vez, el consumo de zumo de frutas natural te aportará vitaminas y minerales que ayudarán a que tu cuerpo se recupere más rápido. Ahora bien, otro nutriente que no puedes dejar de lado es la vitamina B12; encuentra esta maravilla en alimentos como huevos, leche y pescado y dale a tu cuerpo la ayuda que necesita para combatir los síntomas de la resaca.
Para los que buscan algo más que solo reponer líquidos y nutrientes, existen opciones como el jengibre, conocido por su capacidad de aliviar las náuseas y asentar el estómago, y los espárragos, que cuentan con propiedades que ayudan a mitigar los efectos negativos del alcohol sobre nuestras células. A continuación, te presento una lista de trucos que podrías considerar:
- Hidratación con agua y bebidas isotónicas para reponer fluidos y electrolitos.
- Consumo de zumo de frutas para una recarga vitamínica natural.
- Inclusión de alimentos ricos en vitamina B12 en tu dieta post-cruda.
- Uso de jengibre para calmar el malestar estomacal.
- Integración de espárragos en tus comidas para acelerar la recuperación.
Es clave recordar que, aunque estos remedios pueden ayudarte a sentirte mejor, no existe una cura mágica para la cruda; el cuerpo necesita tiempo para recuperarse del exceso de alcohol. Pero mientras tanto, estos consejos te serán de gran ayuda para aliviar esos molestos síntomas.
¿Qué es la cruda y cuáles son sus síntomas?
La cruda, también conocida como resaca, es un conjunto de síntomas que se manifiestan después de haber bebido alcohol en cantidades mayores a las que el cuerpo puede procesar cómodamente. Es como si el cuerpo pasara factura por los excesos cometidos, y esta reacción varía de una persona a otra, tanto en intensidad como en duración.
Entre los síntomas más habituales podemos contar con un cansancio que parece no desaparecer con nada, dolor de cabeza que a veces se siente como si nos apretaran la sien con un tornillo, náuseas o vómitos que nos hacen jurar que nunca más vamos a beber, mareos que nos hacen ver todo moviéndose incluso estando quietos, una sed inmensa que no se calma y una molesta sensibilidad a la luz y al sonido. No es nada agradable, y seguramente es algo que preferiríamos evitar.
Según investigaciones, aquellas personas que ingresan al club del “beber hasta no recordar” con más frecuencia, tienden a experimentar crudas con mayor intensidad. Es más, se dice que hasta el 68% de los que se pasan de tragos acaban padeciendo estos síntomas. Y no se trata solo de una mala noche, sino que según se prolongue este consumo excesivo, la severidad de la cruda puede ir en aumento.
Si lo que queremos es alejarnos de la posibilidad de una cruda, la medida más efectiva, aunque parezca obvia, es moderar el consumo de alcohol. Menos alcohol significa menos posibilidades de padecer estas incomodidades al día siguiente. Y en caso de que ya sea demasiado tarde para ese consejo, hay que recordar que el tiempo y la hidratación son nuestros mejores aliados para superar una cruda.
¿Cuáles son las causas de la cruda?
La más conocida causa de la cruda es, sin duda, la resaca provocada por el consumo de alcohol. Cuando bebemos más de la cuenta, nuestro cuerpo experimenta una serie de desagradables síntomas que pueden incluir desde un insoportable dolor de cabeza hasta una intensa sensación de sed. Estos efectos son un claro indicador de que hemos excedido los límites de lo que es saludable para nuestro organismo.
En detalle, la resaca se manifiesta a través de distintos síntomas que varían en cada persona. Algunos de los más comunes son fatiga, dolor de cabeza, náuseas, mareo, y una notable sensibilidad a la luz y al sonido. La presencia e intensidad de estos síntomas están fuertemente ligadas a la cantidad de alcohol ingerida; mientras más alcohol consumamos, más severa, y más probable, será la cruda al día siguiente.
Un estudio específico nos permite profundizar en esta relación, señalando que alrededor del 68% de los adultos jóvenes que bebieron en exceso reportaron haber experimentado resaca. Además, se notó que a medida que continuaba el consumo excesivo y prolongado de alcohol en una semana típica de vacaciones, la gravedad de la cruda tendía a aumentar. Es decir, hay una clara correlación entre el exceso en el consumo y la intensidad de la resaca posterior.
No cabe duda de que, para evitar la cruda, lo más recomendable es moderar el consumo de bebidas alcohólicas y ser conscientes de nuestros límites. De esta forma, se pueden prevenir esos momentos de malestar que nos impiden disfrutar plenamente del día siguiente después de una noche de celebración.
¿Cuáles son los remedios caseros más efectivos para la cruda?
Si estás lidiando con los efectos de una cruda, hay varios remedios caseros que pueden ayudarte a sentirte mejor. Los espárragos son reconocidos por contener sustancias que pueden minimizar el daño alcohólico en las células. No está de más incluirlos en tu desayuno después de una noche de fiesta. También, el jengibre es tu aliado contra las náuseas; un té de esta raíz podría calmar tu estómago.
Además, no subestimes el poder de un buen zumo de frutas natural. Éste te ayudará a hidratarte y a recuperar vitaminas y minerales que se pierden al beber alcohol. Y hablando de vitaminas, incluir en tu dieta alimentos ricos en vitamina B12, como los huevos, la leche y el pescado, te ayudará a enfrentar la cruda con mayor eficacia.
Si bien estos remedios son populares, no dejes de lado otros potenciales aliados como el aceite de borraja y el eleutero, aunque se necesitan más estudios para validar su efectividad contra la resaca. Aquí te presentamos una lista de los remedios que podrías considerar:
- Espárragos: Con compuestos que revierten el impacto negativo del alcohol.
- Jengibre: Ideal para aliviar el malestar estomacal.
- Zumo de frutas natural: Para hidratar y reponer nutrientes esenciales.
- Vitamina B12: Fundamental en la recuperación post-alcohólica, presente en alimentos como huevos, leche y pescado.
¿Qué alimentos pueden ayudar a quitar la cruda?
Para combatir esa molesta resaca, también conocida como cruda, existen diversos alimentos que pueden alivianar sus síntomas. Para empezar, un bocadillo de tocino puede ser un gran aliado. El tocino contiene aminoácidos que ayudan a reponer los neurotransmisores que el alcohol disminuye. Acompáñalo con un zumo de naranja, rico en vitamina C, que no solo te dará un empuje energético, sino que también combatirá los efectos secundarios del alcohol.
Otro gran aliado es el hummus, hecho a base de garbanzos, es una excelente fuente de vitamina B6, la cual, según algunos estudios, puede ayudar a prevenir la cruda. Y no podemos olvidar la importancia de hidratarse adecuadamente; la deshidratación es una de las principales causas de la resaca, así que bebe mucha agua durante todo el día.
Ahora bien, además de los alimentos ya mencionados, incluir huevos, lácteos, carne, pescado, verduras, pasta y fruta en tu dieta ayudará a proporcionar un balance de vitaminas y minerales que son esenciales para la recuperación del cuerpo. Por último, el jengibre es conocido por sus propiedades para reducir las náuseas, lo cual puede ser de mucha ayuda si la resaca viene acompañada de malestar estomacal.
Recuerda que estos consejos son para aliviar los síntomas; el consumo responsable de alcohol es la mejor prevención. Y aunque los alimentos mencionados pueden serte de ayuda, no existe una cura mágica para la cruda. La clave está en cuidar tu cuerpo antes, durante y después de una noche de bebida.
Recomendaciones para curar la cruda en México
Para empezar, beber agua es fundamental tanto durante la ingesta de alcohol como después, ya que ayuda a rehidratar el cuerpo y minimiza los síntomas de la cruda. En México, es común que además se consuman bebidas hidratantes como los sueros que se venden en las farmacias y tiendas, que contienen electrolitos para recuperar aquellos que se pierden al beber alcohol.
Cuando la cabeza duele y el malestar se siente, tomar aspirina o ibuprofeno es una opción para aliviar estos síntomas; es muy esencial evitar el paracetamol debido a que puede ser nocivo para el hígado, ya comprometido por el alcohol. Por otro lado, aunque en México hay quien cree en la teoría del “pelo de perro”, es decir, beber más alcohol al día siguiente, esta práctica no es recomendable. Mejor, optar por alimentos nutritivos como caldos de pollo o verduras, que ayudan a recuperar fuerzas sin sobrecargar el sistema digestivo.
La tradicional sopa de lima, el menudo o incluso las quesadillas de queso bien acompañadas de salsa, son algunos de los platillos preferidos para ‘levantar el ánimo’ después de una noche de excesos. Además, una dicha caliente mejorará la circulación y hará sentir a cualquiera más despejado y fresco. Y para las náuseas, nada como un buen té de jengibre, reconocido por sus propiedades antieméticas, que es bastante común en las cocinas mexicanas. Lo esencial es recordar que lo mejor es el consumo responsable de alcohol para evitar la cruda por completo.
