Desde los días precoloniales hasta nuestros tiempos modernos, el arte en vidrio en México ha sido una forma de creatividad y expresión artística única en la cultura mexicana. En este artículo, viajaremos a través de los siglos y descubriremos las asombrosas historias detrás de este arte tan apreciado, la creatividad de los artesanos mexicanos y cómo esta labor ha dejado una huella indeleble en la historia del arte mundial.
Los primeros pasos del arte en vidrio en México
El vidrio es un material que acompañó al hombre desde sus albores en civilizaciones de Egipto y Mesopotamia. Aunque su uso en arquitectura fue limitado en culturas antiguas y se fueron implementado en vanos para permitir el paso de luz en sus edificaciones, no fue hasta la llegada de los maestros vidrieros hispanos en 1533 que empezó a tomar forma este arte en México.
El español Rodrigo Espinosa fue el pionero en fundar el primer taller de vidrio soplado en la ciudad de Puebla alrededor de 1542. A partir de ese momento, nacieron técnicas y procesos que fueron dándole vida a un arte propio. Entre ellas, destaca la de vidrio de pepita.
El arte colonial en vidrio
En la época colonial, y a medida que diferentes talleres de vidrieros comenzaron a aparecer, el vidrio se utilizó principalmente para la creación de recipientes. Cabe destacar la dinastía de artesanos vidrieros más importante, fundada por Odilón Ávalos y sus hermanos Francisco y Camilo.
Los objetos de vidrio creados por estos artesanos mexicanos, entre los que destacan sus famosas “gallinitas” y objetos de cocina en miniatura, eran únicos, ninguno igual a otro, y reflejaban el cariño, esfuerzo, emociones y alma de sus creadores.
La llegada del vitral a México
El vitral, aunque tímido al principio, también llegó a México a finales del siglo XVIII. Los primeros ejemplos de vitrales en México pueden verse en la capilla doméstica del convento jesuita de Tepotzotlán, y este arte se mantuvo en el área religiosa pese a perder fuerza frente a las pinturas murales y el retablo.
El esplendor del vitral en el siglo XIX y principios del XX
El Art Nouveau trajo consigo un resurgimiento del vitral en México durante el siglo XIX. Durante el Porfiriato, la creación de vitrales llegó a tal nivel de esplendor que se fundaron talleres de vitralistas como el de Pelladini-Marco en la Ciudad de México.
Algunos ejemplos importantes de vitrales del Art Nouveau en México son los de Jaques Grober en el edificio que ocupa actualmente el Palacio de Hierro y los de Geza Marot en Bellas Artes.
InVisible: El homenaje al arte en vidrio
En honor a esta fascinante historia, la muestra InVisible rinde homenaje al arte en vidrio y su aculturación mexicana. El diseñador y curador Emiliano Godoy lideró la organización de esta muestra, que se llevó a cabo en el Museo Franz Mayer de Ciudad de México y clausuró el 19 de enero de 2020.
Una muestra en tres experiencias
InVisible presenta tres experiencias únicas a los visitantes. Primero, la exposición de 500 piezas de vidrio sin jerarquías, seguida por una experiencia que muestra el proceso de creación de este arte. Por último, una tercera experiencia que explora los límites del vidrio en diversos campos como las artes visuales, el diseño industrial y la arquitectura.
Esta increíble exposición también presenta proyectos nunca antes expuestos de creadores como Jan Hendrix, Jorge Jazpik, Héctor Esrawe, Perla Valtierra y Frida Escobedo, así como una botella de edición especial de tequila Casa Dragones.
El legado del arte en vidrio mexicano
El arte en vidrio mexicano es sin duda un tesoro que ha permanecido durante siglos y sigue moldeándose con la creatividad de los artesanos mexicanos. Desde rústicas piezas de vidrio soplado hasta exquisitos vitrales, estos objetos atesoran una cadencia de historias que trascienden el tiempo.