La psicología tras el engaño: factores que impulsan la infidelidad

Susurros en la Sombra

Lo decíamos al inicio: no hay una causa exacta que explique la infidelidad. No obstante, se han podido identificar algunos detonantes comunes en las personas infieles. Veamos qué nos dice la psicología al respecto:

  • Factores neurológicos: Este dato es interesante. Cada vez hay más evidencia de la implicación de la testosterona elevada como predictor de la infidelidad. La doctora Sari van Anders, Ph.D. psicóloga clínica de la Universidad de Michigan ha realizado fascinantes evaluaciones de los niveles de T (testosterona) tanto en hombres y mujeres, descubriendo que “cuanto más altos eran los niveles de esta hormona, mayor era el deseo de buscar otros compañeros sexuales.”
  • Tipos de apego: El apego es un vínculo afectivo que permite a una persona conseguir o mantener proximidad con otra. Según la teoría de apego de John Bowlby, el tipo de apego con el que hemos sido criados determina un menor o mayor riesgo a la hora de evidenciar conductas basadas en la infidelidad. Un apego ansioso define a esas personas más temerosas al rechazo, perfiles con un control escaso o nulo de los impulsos; un factor de riesgo a la hora de traicionar a las parejas afectivas. En contraparte, un apego desorganizado identifica a aquellos incapaces de vincularse de manera auténtica, siendo impredecibles y carentes de madurez emocional necesaria para construir un compromiso firme y seguro.
  • La infidelidad emocional: En un mundo cada vez más en línea e hiperconectado, proliferan las infidelidades basadas únicamente en el componente emocional, sin contacto sexual. Iniciar una amistad que evoluciona a niveles más íntimos y cómplices que con la propia pareja es algo común. Esto, muchas veces, es resultado del peso de la rutina, de la necesidad de experimentar algo nuevo o simplemente, de buscar aquello que se percibe ausente en la relación actual.

Factores detrás de la infidelidad

Las causas de la infidelidad que veremos a continuación ofrecen una perspectiva global acerca de las variables psicológicas que aumentan el riesgo de que esta clase de problemas se produzcan.

No se trata de justificaciones morales ni de elementos que puedan ser utilizados para excusar totalmente la conducta de quien ha roto con el compromiso en el que se basa la relación de pareja; tan solo, ayudan a describir la clase de situaciones que predisponen a las personas a cometer infidelidades.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que en cada caso existen unas causas y unas experiencias únicas, por lo que, en terapia de pareja, siempre se examina la situación por la que está pasando el noviazgo o el matrimonio en concreto. Además, tal y como ocurre siempre con los fenómenos de tipo psicológico, la infidelidad muy raramente tiene una sola causa, sino que es multicausal: surge como resultado de diversos factores que han coincidido y han interactuado entre sí.

Finalmente, hay que tener en cuenta que ninguna de estas causas de la infidelidad sirve para pasar por alto que allí donde se ha dado una de estas acciones, hay una asimetría: la persona que ha sido infiel ha causado un daño sobre la otra, y debe implicarse en la tarea de repararlo en la medida de lo posible. Es decir, que la víctima de la infidelidad nunca puede ser considerada la responsable total o parcial de que esta se haya producido.

“La infidelidad es un fenómeno complejo y multicausal, que no admite simplificaciones ni explicaciones unidimensionales”. Dicho esto, veamos cuáles son las principales causas de la infidelidad.

Motivos para serle infiel a tu pareja
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Motivaciones detrás de la Infidelidad: Explorando la Perspectiva de Género

La infidelidad, fenómeno tan antiguo como complejo, se despliega a través de una variedad de motivaciones, indistintamente del género. Esteban Cañamares, psicólogo y sexólogo, arroja luz sobre esta maraña de razones, destacando la universalidad del impulso sexual como detonante principal. Dicha motivación, intrínseca al ser humano, se encuentra en constante conflicto con el deseo de estabilidad emocional y familiar.

Lo que nos lleva a ser infiel es siempre nuestro impulso natural al sexo”, puntualiza Cañamares. Esta afirmación, lejos de buscar justificaciones, intenta entender a profundidad las raíces de una acción humana tan condenada como practicada. Mientras tanto, la tecnología actúa como catalizador de estas prácticas, sin alterar la naturaleza subyacente de las mismas. “No puede haber muchos hombres infieles si no hay mujeres para serlo” – señala Cañamares, desmantelando estereotipos, y poniendo énfasis en la igualdad de condiciones y motivaciones entre hombres y mujeres en el terreno de la infidelidad.

Impacto Emocional y Psicológico de la Infidelidad

La infidelidad, más que un acto, es un terremoto emocional y psicológico tanto para quien la experimenta como para quien la comete. Cada paso, cada descubrimiento, lleva a una espiral de sentimientos que pueden marcar un antes y un después en la vida de las personas involucradas. No es solo una cuestión de traición; es una dinámica compleja que altera el núcleo mismo de las relaciones afectivas.

Para la persona traicionada, el golpe va más allá del dolor: se convierte en un cuestionamiento profundo de su valía, sus creencias y su capacidad para confiar. “El sufrimiento emocional es enorme y especialmente resuena la palabra traición, el sentimiento de ser víctima de alguien muy querido.” Es una laceración en la autoestima, un vacío que se expande con cada recuerdo, cada pensamiento no deseado que surge sin aviso.

Del lado de quien comete la infidelidad, el panorama no es menos complejo. La culpa y el auto reproche son huéspedes frecuentes que, dependiendo de la personalidad y circunstancias, pueden llevar a estados de ansiedad o incluso a justificaciones mentales para aliviar la tensión emocional. “Para algunas personas la incoherencia y el conflicto entre las creencias y valores y la ruptura del compromiso con la pareja provoca un estado de tensión y ansiedad.”

En el terreno de la relación, la infidelidad mina sus cimientos: confianza, compromiso, lealtad. Las consecuencias varían, desde la separación hasta intentos de reconstrucción, pero siempre dejando una marca, un antes y un después en la dinámica de pareja. La pérdida de confianza y el rompimiento del vínculo emocional son daños que, en muchos casos, son irreparables.

Mujer con dolor emocional  al ser engañada
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¿Cambio en la infidelidad? Una mirada psicológica

La transformación de una persona infiel a una comprometida plenamente no es una utopía, sino una posibilidad real, anclada en la voluntad de cambio y en el entendimiento profundo del dolor causado. “Cuando una persona decide por convicción ser fiel, se asimila a aquel vegetariano que ni por broma volvería a probar carne“, ilustra la comparación, subrayando que la metamorfosis es producto de una decisión interna y no de circunstancias externas. Es imperativo que se asuma una responsabilidad total, se manifieste arrepentimiento genuino y se disponga de una voluntad inflexible hacia el cambio. La honestidad y la comunicación abierta emergen como pilares en este proceso, donde el entendimiento y la empatía hacia el dolor del otro marcan el inicio de una reconstrucción de confianza.

Además, es crucial abordar y remodelar los aspectos problemáticos dentro de la relación que pudieron contribuir al distanciamiento inicial. Esto implica un ejercicio de introspección y mejora conjunta, centrados en fortalecer la conexión, el respeto y la empatía entre ambos. “Entender qué necesita cada uno de la relación y trabajar para que ésta sea sana y satisfactoria es crucial”, resalta la importancia de recalibrar la dinámica de pareja hacia una más saludable y equitativa. Esta renovación no solo es posible, sino necesaria, para garantizar una transición exitosa desde la infidelidad hacia una relación basada en la fidelidad consciente y escogida.

Superar una infidelidad: el papel fundamental de la terapia de pareja

La infidelidad, una prueba de fuego para cualquier relación, pone en tela de juicio la confianza, el compromiso y el futuro conjunto. Sin embargo, es posible navegar por estas aguas turbulentas con la guía adecuada. La terapia de pareja emerge como un faro en la tormenta, ofreciendo estrategias, entendimiento y la esperanza de reconstrucción. A través de este proceso, los terapeutas entrenados ponen el foco no solo en la gestión del dolor y el resentimiento, sino también en la reconstrucción de una base sólida para el futuro de la relación. La meta no es solamente superar la crisis inicial sino transformar la relación hacia una dinámica más saludable y fortalecida.

La intervención profesional en terapia de pareja tras una infidelidad es multifacética. Los especialistas procuran establecer un espacio seguro donde ambas partes pueden expresarse libremente y confrontar la realidad de lo ocurrido sin juicios. “Es crucial abordar la infidelidad de frente, entendiendo sus raíces y trabajando juntos hacia la reparación”, señalan desde el ámbito de la psicología especializada en relaciones de pareja. Se enfatiza el desarrollo de habilidades comunicativas y de comprensión emocional, fundamentales para retejer la confianza perdida. Importante mencionar, el proceso terapéutico aboga por una aproximación personalizada, reconociendo que cada pareja es un universo con sus propias complejidades y necesidades.