El grooming es un delito cibernético que consiste en el acoso y la manipulación de menores a través de internet con el objetivo de obtener material sexual, fantasías sexuales o incluso concretar encuentros físicos. Este delito afecta principalmente a niños, niñas y adolescentes que no tienen las herramientas adecuadas para detectar y prevenir estas situaciones.
Una de las consecuencias más graves del grooming es el daño psicológico que puede causar en las víctimas. Al manipularlos y engañarlos, los delincuentes pueden crear un vínculo emocional y de dependencia con los menores, lo que puede traer graves secuelas para su salud mental y su desarrollo futuro.
Es por eso que, para prevenir el grooming, es fundamental contar con una educación afectivo-sexual que forme a los niños, niñas y adolescentes en materia de sexualidad. Además, es crucial brindarles formación sobre el uso seguro y responsable de las herramientas digitales. Esto les permitirá tener una mayor conciencia sobre su propia seguridad y evitar situaciones de riesgo.
Medidas para prevenir el grooming
- Controlar y supervisar el acceso de los niños y adolescentes a internet.
- Concientizarlos sobre los peligros que existen en la red.
- Fomentar una comunicación abierta y de confianza para que puedan contar cualquier situación sospechosa que puedan estar viviendo.
Es importante destacar que el grooming puede ser la antesala de otros delitos, como la obtención de material de abuso sexual contra los menores, la captación para una red de trata o el abuso sexual presencial. Por lo tanto, la prevención es fundamental para actuar contra este delito cibernético y proteger a los niños y niñas.
Según Grooming Argentina, el delito de grooming ha aumentado un 30% desde el inicio del aislamiento debido a que los menores pasan más tiempo jugando con el celular. Por eso, se recomienda que los padres estén al tanto de lo que hacen sus hijos en internet y supervisen su uso de dispositivos tecnológicos.
¿Cómo evitar el grooming?
Para evitar el grooming, es importante tomar medidas preventivas y educar a niñas, niños y adolescentes sobre los riesgos del acoso sexual en línea. Algunas recomendaciones incluyen:
- Enseñar a reconocer el grooming: explicar qué es el grooming y cómo actúa la persona acosadora. Es crucial ayudarles a comprender que las personas desconocidas en internet siguen siendo desconocidas, incluso si han generado confianza y amistad en línea.
- Cuidar la privacidad en internet: es fundamental enseñarles a proteger sus datos personales y a no compartir información comprometedora o imágenes sin consentimiento. Es significativo que los menores configuren la privacidad en sus redes sociales, eviten compartir fotos que revelen información sobre su ubicación o identidad.
- Distinguir entre el mundo virtual y el mundo real: darles herramientas para diferenciar entre las relaciones en línea y las relaciones personales. Es relevante explicarles que es fácil crear perfiles falsos en internet, y que no deben confiar ciegamente en las personas que conozcan en línea. Siempre deben mantenerse alerta y ser conscientes de las señales de peligro.
- Supervisar su actividad en línea: es esencial estar presentes como adultos para acompañar y supervisar la vida en línea de los menores. Conocer las páginas web que visitan, las redes sociales que utilizan y las personas con las que se relacionan. Acompañarlos en el uso de internet de acuerdo a los valores y criterios familiares es fundamental para una prevención efectiva del grooming.
Para evitar el grooming, también es clave que tanto los padres como los niños conozcan las políticas de privacidad y reglas de los sitios web. Es necesario familiarizarse con las páginas que los menores visitan con frecuencia y estar al tanto de las características de cada sitio. De esta forma, se puede detectar a tiempo algún comportamiento inapropiado o peligroso en línea, y tomar medidas para prevenir o detener el acoso.
¿Existen leyes para prevenir y sancionar el grooming?
En México, la principal ley que protege a niñas, niños y adolescentes del grooming es el Código Penal, el cual incorporó este delito en diciembre de 2013 como una forma de proteger a las víctimas de acoso sexual a través de internet. Según el artículo 131 de dicho código, se establece una pena de prisión de 6 meses a 4 años para aquellos que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones u otra tecnología de transmisión de datos, contacten a una persona menor de edad con el propósito de cometer cualquier delito contra su integridad sexual.
A nivel mundial, también existen leyes y tratados internacionales que buscan prevenir y sancionar el grooming. Por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, establece que “los Estados Partes adoptarán medidas eficaces para proteger a los niños y niñas de todas las formas de violencia, abuso o explotación sexual”. Los Estados también tienen la obligación de garantizar que los niños y niñas puedan denunciar estos delitos y recibir ayuda y protección.
Además de estas leyes y tratados, en algunos países como España y Argentina, existen leyes específicas que abordan el grooming de manera más detallada y con castigos más severos. Por ejemplo, en España se tipifica el delito de “ciberacoso” con una pena de cárcel de uno a cuatro años, mientras que en Argentina, se establece una pena de 4 a 10 años de prisión para los infractores. Estas leyes también incluyen medidas de prevención y acciones para promover el uso seguro y responsable de internet por parte de los menores.
¿Qué hacer si sospechas que alguien está siendo víctima de grooming?
Si sospechas que alguien está siendo víctima de grooming, es vital seguir algunos pasos clave para ayudar a la persona y detener al agresor. En primer lugar, es esencial brindar apoyo emocional a la víctima y mostrarle afecto y comprensión. Es común que las víctimas de grooming se sientan confundidas, asustadas y hasta culpables, por lo que tener a alguien que las acompañe y las escuche puede ser de gran ayuda.
Otro aspecto esencial es reunir toda la información relevante y hacer una denuncia en la fiscalía más cercana. Aunque puede ser difícil conseguir pruebas concretas, es significativo guardar todo aquello que pueda ser útil, como conversaciones, imágenes y videos. Para ello, se pueden hacer capturas de pantalla y guardarlas en formato digital o impreso. También se recomienda descargar las fotos u otro material enviado por el acosador para facilitar la identificación de datos útiles en la investigación.
Además de recolectar evidencia, es fundamental proteger la privacidad y seguridad de la víctima. Se debe revisar su computadora y/o teléfono celular en busca de software malicioso y cambiar las claves de acceso para evitar que el acosador tenga acceso a sus cuentas. También se recomienda cambiar las claves de acceso a las redes sociales para evitar que el agresor pueda seguir comunicándose con la víctima.
En esta situación, es crucial buscar asesoramiento y apoyo en organizaciones especializadas en temas de grooming y explotación sexual. Se pueden llamar a la línea nacional y gratuita del Equipo Niñ@s contra la Explotación Sexual y Grooming del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, o a la línea directa de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF). También se puede hacer la denuncia en la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI) si se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recuerda que la comunicación, la educación afectivo-sexual y el apoyo del entorno son herramientas eficaces para prevenir y combatir el grooming, por lo que es clave trabajar en conjunto para proteger a las víctimas y prevenir futuros casos.