Soluciones Rápidas para la Fiebre: Remedios Caseros que Realmente Funcionan

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La calentura, que todos conocemos como fiebre, es un síntoma que se presenta cuando la temperatura del cuerpo sube por encima de lo normal, usualmente por una respuesta del sistema inmunológico cuando enfrenta alguna infección o enfermedad. Si notas que tu temperatura corporal es de 38 °C o superior, eso ya se considera fiebre y es momento de tomar medidas para bajarla.

Una vez confirmada la presencia de fiebre, lo recomendable es descansar y permanecer en cama, ya que el cuerpo necesita energía para combatir lo que esté causando la fiebre. También es esencial mantenerse bien hidratado, bebiendo agua o líquidos que ayuden a reponer los que se pierden, sobre todo si hay sudoración. Para reducir la temperatura, se pueden tomar medicamentos antipiréticos como el paracetamol o el ibuprofeno, siempre respetando las dosis indicadas y sin mezclarlos con otros medicamentos para bajar la fiebre.

Además de los medicamentos, hay medidas físicas que ayudan a sentir alivio y pueden contribuir a disminuir la fiebre, como el uso de compresas frías o tomar baños tibios. Recuerda que estos baños deben ser con agua no muy caliente ni muy fría, para favorecer el intercambio de calor corporal sin provocar escalofríos o deshidratación. Si la ropa y las mantas son demasiado abrigadoras y provoca sudoración, lo mejor es aligerar estas capas para mantener el cuerpo fresco.

Ten en cuenta que hay situaciones en las que la fiebre puede ser síntoma de algo más serio. Si notas síntomas como cambios en la presión arterial, alteraciones de conciencia, desorientación, entre otros, es vital buscar atención médica inmediata. Estas señales pueden indicar una condición de salud grave que necesita ser tratada por profesionales.

¿Qué es la calentura y por qué ocurre?

La calentura, también conocida como fiebre, es un signo de que algo anormal está pasando en el cuerpo. Se define como un incremento temporal de la temperatura corporal, usualmente por encima de los 38.3ºC. Esta reacción es parte del sistema inmunológico luchando contra agentes invasores, como virus o bacterias, pero también puede ser un síntoma de otros problemas de salud, desde inflamaciones hasta tumores.

Las causas de la fiebre son diversas, y algunas de ellas incluyen infecciones como la gripe, condiciones crónicas como diabetes o insuficiencia renal, y respuestas a medicamentos o hábitos dañinos. Las personas que sufren de inmunodepresión son especialmente sensibles a las fiebres, ya que pueden indicar una progresión de enfermedades o una sobreinfección. Para identificar la causa, es crucial prestar atención a síntomas asociados, como dolor de garganta o molestias al orinar.

En relación a los síntomas y riesgos, la fiebre a menudo viene acompañada de otros signos como cefaleas, debilidad o incluso convulsiones en casos graves. Si bien en niños las convulsiones febriles son comunes, en adultos también pueden presentarse problemas neurológicos. No hay que pasar por alto cuando la fiebre viene junto con confusión, alucinaciones, erupciones en la piel o si la temperatura supera los 39.4°C, ya que requieren atención médica urgente. Además, se recomienda mantener la hidratación y comenzar con paracetamol si la temperatura es mayor a 37.5ºC, siempre valorando la recomendación de un profesional de la salud.

Para la medición de la fiebre se puede utilizar diferentes tipos de termómetros: bucal, rectal, del oído o de la frente, siendo el resultado de 38°C o más indicativo de fiebre. En cambio, si se usa un termómetro axilar, se deberá tener en cuenta que la temperatura registrada será 1°C menor aproximadamente, así que cualquier medición sobre los 37°C ya sería una señal de alarma para considerar la presencia de fiebre.

¿Cómo quitar rápido la calentura?

Para disminuir la fiebre con eficacia, el primer paso es tomar tu temperatura. Si es de 38 °C o superior, es indicativo de que tienes fiebre. En ese caso, procura descansar echado en cama y asegúrate de permanecer bien hidratado. Beber agua, té helado o jugos diluidos ayuda a reponer los líquidos que se pierden al sudar. Si te cuesta trabajo beber líquidos, intenta chupar pedacitos de hielo.

Los medicamentos de venta libre, como el paracetamol y el ibuprofeno, pueden ayudarte a reducir la fiebre. Eso sí, hay que seguir las indicaciones de dosis y respetar las contraindicaciones. Es especialmente importante no darles aspirina a los niños ni ibuprofeno a bebés menores de 6 meses, a menos que lo indique el médico. No olvides quitar las capas excesivas de ropa y mantas si no tienes escalofríos, y trata de mantener fresco el ambiente.

Otra estrategia es la de baños tibios y compresas frías, que pueden ofrecer alivio y comodidad. Se deben evitar los baños muy fríos o el uso de alcohol, ya que pueden ser contraproducentes. Cuidado con los remedios caseros y evita automedicarte con antibióticos. Si experimentas síntomas severos como alteraciones en la presión arterial, desorientación o convulsiones, busca atención médica de manera inmediata.

  • Descanso
  • Hidratación
  • Paracetamol e ibuprofeno
  • Compresas frías
  • Baños tibios

Además, existen algunos remedios naturales como la escarola, el regaliz, el cilantro y la menta piperita que podrían ayudarte gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antisépticas. Sin embargo, no olvides que la prioridad es tomar medidas físicas directas como las compresas y los baños, además de los medicamentos recomendados, y en cualquier caso de síntomas graves, el paso más crucial es consultar al médico.

¿Qué hacer para bajar la fiebre de forma natural?

Primero que nada, mantenerse hidratado es crucial cuando se tiene fiebre. Esto significa beber mucha agua y, si te apetece, puedes optar por té helado o jugos diluidos. La hidratación ayuda a reponer los fluidos que tu cuerpo pierde al sudar debido a la temperatura elevada. En caso de que batallas para beber líquidos, una opción es chupar pedacitos de hielo.

Otro método efectivo es mantenerse fresco. Para eso, te recomendaría que te abrigaras menos y te deshicieras de capas extras de ropa o cobijas, a menos que tengas escalofríos, claro está. Y si te sientes demasiado caluroso, aplicar compresas húmedas en zonas como las axilas y las ingles puede ser una ayuda para prevenir que la fiebre incremente; eso sí, usa agua a temperatura ambiente y ve cambiando las compresas conforme vayan tomando temperatura del cuerpo.

Adicionalmente, hay plantas con propiedades que podrían ayudarte a reducir la fiebre. Por ejemplo, la escarola y el regaliz son conocidas por sus cualidades antiinflamatorias, mientras que el cilantro y la menta piperita tienen efectos antisépticos e inmunomoduladores. Si decides emplear estas plantas, recuerda hacerlo con conocimiento y, preferentemente, bajo el consejo de un entendido en remedios herbales.

Recuerda, si la fiebre persiste o si notas síntomas graves como cambios en la presión arterial, desorientación o convulsiones, no dudes en buscar atención médica profesional inmediatamente. Estos métodos naturales para bajar la fiebre son útiles, pero tu salud siempre debe ser lo más significativo y a veces es necesario un tratamiento médico adecuado.

¿Cuándo se debe bajar la fiebre?

Para saber cuándo se debe bajar la fiebre, es clave considerar la edad de la persona. En el caso de los niños entre 2 y 17 años, normalmente no se necesitan medicamentos si la temperatura es menor a 102°F (38.9°C). Pero si la fiebre sube por encima de ese valor o dura más de tres días, hay que acudir al médico. Por otro lado, en los adultos, si la fiebre alcanza los 103°F (39.4°C) o no mejora con tratamiento, es hora de llamar a atención médica.

Otro punto clave es si la fiebre está causando malestar importante. Esto puede incluir situaciones en las que la persona tiene problemas para descansar y alimentarse adecuadamente. En esos casos, sí sería recomendable tomar medidas para bajar la fiebre y así aliviar el malestar, facilitando la recuperación.

Es vital recordar que hay métodos para bajar la fiebre que no son seguros y por ende, no se deben usar. Baños fríos, baños con hielo o frotaciones con alcohol pueden ser riesgosos y es mejor evitarlos. Siempre es preferible seguir las indicaciones de un profesional de la salud ante un caso de fiebre alta o persistente.

Consejos médicos para bajar la fiebre

Para disminuir la fiebre, primero asegúrate de medir tu temperatura. Si es de 38 °C o más, indica que tienes fiebre. En este caso, lo más recomendable es guardar cama y descansar, permitiendo así que tu organismo concentre su energía en la lucha contra la infección o la causa subyacente de la fiebre.

Mantener una buena hidratación es fundamental. Bebe suficiente agua, infusiones o jugos diluidos para recuperar los líquidos perdidos. Si te resulta complicado, intenta con trozos de hielo. Para sentirte más aliviado, puedes tomar baños tibios o aplicar compresas frías en la frente y otras partes del cuerpo. Sin embargo, evita baños muy fríos o el uso de alcohol, que pueden resultar contraproducentes.

En cuanto a medicamentos, el uso de paracetamol o ibuprofeno de venta libre puede ser útil para controlar la fiebre, pero siempre respetando la dosis adecuada y sin mezclar con otros medicamentos para el mismo propósito. Ten cuidado especialmente con bebés y niños, ya que la aspirina no se debe administrar sin la opinión de un médico y el ibuprofeno no es recomendable para bebés menores de 6 meses.

Si después de dos días la fiebre persiste o si presentas síntomas de alarma como bajadas de presión arterial, alteraciones de conciencia o convulsiones, es crucial buscar atención médica de urgencia. Y recuerda, ante cualquier duda sobre cómo manejar la fiebre, lo más indicado es consultar a un médico.

¿Dónde poner paños de agua fría para bajar la fiebre?

Para bajar la fiebre es efectivo colocar paños de agua fría sobre la frente, lo cual ayuda a enfriar rápidamente la sangre que circula por esta área y reduce la temperatura corporal. También se pueden aplicar en el pecho y hombros, maximizando el área de contacto con el agua fresca para un mejor efecto. No hace falta utilizar agua helada; agua del tiempo es suficiente para ayudar a reducir la fiebre de manera segura.

Además de las compresas frías, es recomendable tomar un baño de agua templada, que ayuda a equilibrar la temperatura corporal sin causar el shock que podría producir un baño de agua fría. Es relevante quitarse la ropa para ayudar al cuerpo a liberar el calor y mantener una buena hidratación, consumiendo sueros, zumos diluidos o simplemente agua. Estas medidas suelen ser suficientes para manejar una fiebre leve, pero siempre hay que estar atentos a la evolución de los síntomas.

Sobre el uso de medicamentos, el paracetamol y el metamizol son opciones comunes para controlar la temperatura. Sin embargo, es esencial no automedicarse y seguir las indicaciones de un profesional de la salud. En el ámbito natural, hay plantas como el regaliz o la menta piperita que pueden tener efectos beneficiosos para la fiebre gracias a sus propiedades. Aunque, de nuevo, es vital consultar a un experto antes de optar por remedios caseros si la fiebre persiste más de dos días o va acompañada de otros síntomas preocupantes.

¿Qué medicamentos se pueden utilizar para bajar la fiebre?

Cuando se trata de medicamentos para bajar la fiebre, hay varias opciones efectivas. El paracetamol suele ser uno de los más recomendados con una dosis de 1 gramo cada 8 horas. También es común el uso de ibuprofeno, que se puede tomar en dosis de 600 mg cada 4 horas. Además, el metamizol es una alternativa que se puede añadir a la rutina, generalmente en una o dos tomas al día con una dosis de 575 mg. Es clave seguir las indicaciones de dosificación para evitar complicaciones y obtener el alivio deseado.

Es esencial mencionar que en casos de viriasis estacional, no se recomienda la utilización de antitérmicos durante los primeros tres días. Esto se debe a que es preferible el uso de analgésicos para controlar la temperatura. Además, para evitar la deshidratación que puede ocasionar la fiebre, es esencial mantener una buena hidratación consumiendo suficientes líquidos. Recordemos evitar métodos poco seguros como los baños fríos o frotaciones con alcohol, ya que pueden ser contraproducentes.

La alternancia de paracetamol e ibuprofeno ha ganado popularidad debido a que ambos poseen propiedades analgésicas, antitérmicas y antiinflamatorias. No obstante, a veces el uso exclusivo de paracetamol, en dosis de 500 mg o 1 g cada 8 horas, puede ser suficiente para controlar la fiebre en un periodo de tres días. Para los niños, si la fiebre no supera los 102°F (38.9°C), podrían no requerir medicación, pero si excede este límite, sí se recomienda su uso. En los adultos, la atención médica se vuelve necesaria si la fiebre pasa de 103°F (39.4°C) o si no mejora con el tratamiento. Siempre es vital recordar que ante síntomas preocupantes o un aumento de la fiebre, conviene consultar a un profesional de la salud.

¿Cuándo debemos buscar atención médica por la fiebre?

Es esencial buscar atención médica ante la fiebre en pacientes inmunodeprimidos, ya sea por condiciones como el cáncer o enfermedades crónicas. El aumento de la temperatura podría ser señal de una complicación grave y requiere evaluación inmediata en urgencias. También, si la fiebre no cede con paracetamol o ibuprofeno después de dos días, es momento de acudir al médico, pues podría indicar una infección que necesita otro tipo de tratamiento.

Cuando la fiebre persiste o se agrava tras 48-72 horas de tratamiento, o si vienen acompañadas de síntomas como desorientación o convulsiones, no dudes en ir al hospital. La fiebre alta o constante en adultos mayores, especialmente si se acompaña de síntomas como confusión o dificultad para respirar, también requiere intervención médica inmediata.

La fiebre puede señalar una afección subyacente vital en personas con el sistema inmunitario comprometido, como aquellos con VIH o enfermedades autoinmunes. Además, si la fiebre se presenta junto con síntomas como erupción cutánea, náuseas o vómitos, es significativo buscar asesoramiento médico para encontrar la causa raíz y recibir el tratamiento adecuado.