Insulina isofana y insulina glargina son dos tipos de insulina utilizados para el tratamiento de la diabetes. Ambos tienen una función similar, pero difieren en su duración de acción y la forma en que se liberan en el cuerpo. La insulina isofana, también conocida como insulina NPH, tiene un inicio de acción más lento y una duración más corta en comparación con la insulina glargina.
La insulina isofana o NPH por lo general se administra uno o dos veces al día, y su efecto puede durar hasta 24 horas. A diferencia de la insulina glargina, que tiene un inicio de acción más rápido y una duración más prolongada. La insulina glargina se administra una vez al día y proporciona una cobertura constante de insulina a lo largo del día, sin los picos que puede tener la insulina NPH.
En relación al control glucémico, ambos tipos de insulina pueden lograr una reducción en la hemoglobina A1c. Sin embargo, se ha observado que la incidencia de hipoglucemias sintomáticas y nocturnas es menor en los pacientes tratados con insulina glargina en comparación con la insulina NPH.
Por si fuera poco, la diferencia clave entre estos dos tipos de insulina es su duración de acción y la forma en que se liberan en el cuerpo. La insulina isofana (NPH) tiene un inicio de acción más lento y una duración más corta. Mientras tanto, la insulina glargina tiene un inicio de acción más rápido y una duración más prolongada, lo que permite una cobertura constante de insulina a lo largo del día y puede proporcionar una menor incidencia de hipoglucemias.
Qué es la Insulina Isofana y para qué se Utiliza
La Insulina Isofana es un tipo de insulina que se utiliza en el tratamiento de personas que sufren de diabetes y requieren inyecciones de insulina. Este medicamento se destaca por su similitud con la insulina natural del ser humano y su pureza. Precisamente, esa homogeneidad la hace efectiva para minimizar las reacciones alérgicas a la insulina, la lipodistrofia y la resistencia a la insulina.
Existen varios grupos de pacientes que se pueden beneficiar de la insulina isofana, como los recién diagnosticados con diabetes, los que reciben una terapia intermitente con insulina, las embarazadas diabéticas y los que experimentan efectos adversos con el tratamiento convencional.
La dosis y vía de administración de la insulina isofana pueden variar, se puede dar de manera subcutánea, intravenosa o intramuscular. En la mayoría de los casos, se recomienda la administración subcutánea e intramuscular una o dos veces al día. Sin embargo, es recomendable que los sitios de inyección cambien periódicamente para prevenir la lipodistrofia.
En caso de una sobredosis o ingesta accidental, se aconseja la administración de glucosa por vía oral si el paciente está consciente, o glucagón por vía intramuscular o subcutánea si está inconsciente. Debe haber un seguimiento con ingesta de carbohidratos por vía oral una vez que el paciente haya respondido. En situaciones graves, se puede optar por la administración de glucosa intravenosa.
Qué es la Insulina Glargina y para qué se Utiliza
La insulina glargina es un tipo de insulina utilizada en el tratamiento de la diabetes. Funciona específicamente como insulina basal, suministrando una cobertura constante de insulina durante todo el día, sin picos. Esto ayuda a mantener los niveles de glucosa en la sangre dentro de un rango saludable. La insulina glargina de 100 Ul/ml ofrece una mayor y constante cobertura en comparación con la insulina humana, lo que la hace especialmente útil para los pacientes con antecedentes de hipoglucemias nocturnas.
El inicio de acción de la insulina glargina toma aproximadamente entre una y dos horas, lo cual es ligeramente más lento que la insulina humana de acción corta. Sin embargo, su duración de acción es prolongada, permitiendo mantener niveles constantes de insulina a lo largo del día. Esto proporciona un control glucémico constante, especialmente importante para pacientes con diabetes.
Es interesante destacar que la insulina glargina ha demostrado ser igual de efectiva que la insulina NPH en la reducción de la HbA1c, que es un indicador del control glucémico a largo plazo. Al mismo tiempo, la incidencia de hipoglucemias sintomáticas y nocturnas es menor en los pacientes tratados con insulina glargina en comparación con la insulina NPH.
Comparación de la duración de acción y efectos entre insulina isofana y glargina
La insulina isofana, también conocida como insulina NPH, es una forma humana de insulina que tiene una duración de acción de aproximadamente 12 a 24 horas. En cambio, la glargina es un análogo de insulina con un efecto prolongado y más constante, permitiendo una dosificación diaria. Tiene un inicio de acción después de una o dos horas.
La glargina ofrece una menor variabilidad de absorción en relación con la insulina humana y ha demostrado reducir la incidencia de hipoglucemia confirmada y nocturna confirmada. Sin embargo, los estudios sobre los efectos de la glargina en la hipoglucemia grave han dado resultados dispares, algunos muestran una disminución en el riesgo, mientras que otros no encontraron diferencias significativas.
Con respecto a la insulina NPH, la glargina se destaca por su duración más prolongada y constante. Esto permite una mejor imitación de la secreción basal fisiológica de insulina. Esto es especialmente relevante para reducir los episodios de hipoglucemia. Por el contrario, la duración de acción de la insulina NPH puede variar dependiendo de factores como la dosificación, la actividad física y la alimentación.
Por añadidura, la glargina se diferencia principalmente por su duración prolongada y constante, y la reducción en la incidencia de hipoglucemias confirmadas y nocturnas confirmadas en comparación con la insulina NPH.
Lista de Efectos Secundarios Comunes, Riesgos y Precauciones de la Insulina Isofana
La insulina isofana es un tipo de insulina utilizada en el tratamiento de la diabetes. Algunos de los efectos secundarios asociados con su uso son la lipodistrofia en los sitios de inyección, que, aunque poco común, puede prevenirse cambiando constantemente los sitios de inyección. Es crucial tener precaución en pacientes cuyo control de glucosa mejora significativamente, pues pueden perder los signos de advertencia de hipoglucemia.
El uso simultáneo de ciertos medicamentos puede influir en los requerimientos de insulina. Algunos medicamentos pueden aumentar el efecto hipoglucemiante de la insulina, como los inhibidores de la monoaminooxidasa, el alcohol y los agentes betabloqueadores. Otros medicamentos, como los corticosteroides, las hormonas tiroideas y los anticonceptivos orales, pueden aumentar los requerimientos de insulina. Los cambios en la insulina deben hacerse bajo supervisión médica y ajustando la dosificación según sea necesario.
Las reacciones de hipoglucemia o hiperglucemia que no se corrigen pueden tener consecuencias graves, como pérdida de la conciencia, coma e incluso la muerte. El embarazo y la lactancia pueden influir en los requerimientos de insulina. Es recomendable intensificar el control del tratamiento en mujeres diabéticas embarazadas insulino-dependientes. La insulina isofana está contraindicada en casos de hipoglucemia y no es útil para el tratamiento del coma diabético ni en casos de hipersensibilidad o susceptibilidad.
En general, la insulina isofana es menos propensa a causar efectos secundarios en comparación con las insulinas animales, especialmente las insulinas bovinas. Alergias a la insulina humana son muy poco frecuentes y generalmente se deben a anticuerpos de acción cruzada con las insulinas animales.
Efectos secundarios de la insulina glargina
La insulina glargina es un medicamento utilizado para el tratamiento de la diabetes, cabe resaltar que cuando se compara con la insulina NPH, se encontró que la primera tiene una menor probabilidad de ocasionar hipoglucemias graves. Al mismo tiempo, reduce la incidencia de hipoglucemias confirmadas y nocturnas confirmadas.
Este medicamento se administra una vez al día y alcanza niveles estables en el cuerpo entre 2 y 4 días después de la primera dosis. El perfil de acción de la insulina glargina es constante, sin picos, lo que ofrece una mayor cobertura y de forma constante que la insulina humana durante todo el día. Su efecto farmacológico es similar al de la insulina humana: ayudando a la absorción de la glucosa y reduciendo la producción de glucosa por el hígado.
Comparada con la insulina NPH, la insulina glargina presenta una menor incidencia de hipoglucemias sintomáticas y nocturnas. Sin embargo, es crucial mencionar que los estudios realizados tuvieron una duración de 12 meses o menos, por lo que no se pudo evaluar su efecto a largo plazo en las complicaciones relacionadas con la diabetes.
- Tiene un efecto similar en la reducción de la HbA1c, es un indicador del control glucémico a largo plazo.
- Es una opción eficaz para pacientes con diabetes, especialmente aquellos con antecedentes de hipoglucemias nocturnas o que necesitan un solo tratamiento al día.
En la siguiente sección, se hablará de las contraindicaciones y las precauciones que se deben tomar al usar este medicamento.
Dosis Recomendada de Insulina Isofana
La dosis recomendada de insulina isofana oscila entre 1 ó 2 veces al día. La administración puede realizarse vía subcutánea, intravenosa o intramuscular, siendo la primera opción la preferente. Los sitios de inyección recomendados son la parte superior de los brazos, muslos, glúteos o abdomen. Para evitar complicaciones, es clave cambiar los lugares de inyección a nivel mensual.
Es esencial notar que la dosificación debe ser necesariamente determinada por el médico del paciente. Para un mejor efecto, estas dosis deberán ser administradas antes de las comidas y se recomienda comer en un plazo menor de 30 minutos después de la inyección. Se aconseja no mezclar este tipo de insulina con otras ácido-solubles.
Durante las primeras semanas de uso, se debe tener precaución al cambiar de insulina, ajustando la dosificación. En caso de sobredosis o ingestión accidental, se sugiere administrar glucosa de preferencia por vía oral si el paciente está consciente; si el paciente está inconsciente, se recomienda administrar glucagón por vía intramuscular o subcutánea.
Finalmente, es vital recordar que la insulina isofana está contraindicada en casos de hipoglucemia, coma diabético, hipersensibilidad o susceptibilidad. En cuanto a su almacenaje, debe mantenerse entre 2°C y 8°C, evitando la exposición al calor y a la luz solar y no debe congelarse.
Dosis Recomendada de Insulina Glargina
La insulina glargina es un medicamento recomendado para el control de la diabetes. La dosis promedio recomendada de insulina glargina es de una inyección por día, la cual debe ser administrada bajo la supervisión del médico, tomando en cuenta las necesidades y condiciones de cada paciente.
Este tratamiento proporciona una cobertura constante de insulina a lo largo del día, sin picos, lo que ayuda a mantener niveles estables de azúcar en la sangre. Se ha demostrado que la insulina glargina reduce la incidencia de hipoglucemia confirmada, una condición caracterizada por niveles bajos de azúcar en la sangre, y de hipoglucemia nocturna confirmada.
La insulina glargina cuenta con diferentes presentaciones, de 100 Ul/ml y 300 Ul/ml. La primera ofrece una mayor y constante cobertura que la insulina humana. Por su parte, la insulina glargina de 300 Ul/ml tiene un inicio de acción más lento, de tres a cuatro horas, en comparación con la de 100 Ul/ml, que comienza a actuar entre una y dos horas después de la administración.
Es significativo recordar que esta medicación debe ser administrada de manera subcutánea, intravenosa o intramuscular. Después de la aplicación de la insulina glargina, se recomienda ingerir una comida en un plazo menor de 30 minutos para garantizar una rápida absorción y un mejor control de los niveles de azúcar en sangre.
Cuándo Utilizar Insulina Isofana en Lugar de Insulina Glargina
La insulina isofana puede ser preferible a la insulina glargina en ciertos casos. Habitualmente se recomienda su uso en pacientes con antecedentes de hipoglucemias nocturnas o en aquellos que se benefician de una pauta terapéutica con una inyección diaria. A diferencia de la insulina glargina, la isofana presenta un período de alrededor de 2 a 4 días para alcanzar niveles de estado estacionario después de la primera dosis.
Es relevante resaltar que el tipo de insulina a utilizar depende de las necesidades y condiciones de cada paciente. La insulina glargina, por ejemplo, ofrece una covariación mayor y constante a lo largo del día, sin presentar picos. Estas características pueden ser una ventaja para aquellos pacientes cuya principal preocupación sea la incidencia de hipoglucemia, ya que se ha observado que la insulina glargina reduce tal incidencia en comparación con la insulina NPH.
Además, al considerar un cambio de insulina, siempre es necesario evaluar las contraindicaciones y precauciones generales. Como sucede con cualquier cambio en el régimen terapéutico, es recomendable realizarlo bajo la vigilancia médica. Es por esto que, ante dudas o inquietudes al respecto, se recomienda ampliamente consultar a un profesional de la salud.
Cuándo Usar Insulina Glargina en Lugar de Insulina Isofana
La insulina glargina debe ser considerada como una opción preferida sobre la insulina isofana en dos situaciones específicas. En primer lugar, cuando el paciente ha experimentado hipoglucemias nocturnas en el pasado, el uso de insulina glargina puede resultar beneficioso. Este tipo de insulina proporciona una cobertura constante durante todo el día, sin picos, lo que puede prevenir las caídas drásticas de azúcar en sangre durante las horas de la noche.
En segundo lugar, la insulina glargina se puede utilizar en aquellos casos en los que la pauta terapéutica de una inyección cada 24 horas resulte más adecuada para el cumplimiento del tratamiento por parte del paciente. Este régimen de dosificación regular puede ser particularmente eficaz en aquellos individuos que encuentran difícil adherirse a una terapia de múltiples inyecciones diarias. Al proveer una cobertura equilibrada durante todo el día, la insulina glargina puede ayudar a mantener estables los niveles de glucosa en sangre durante un período de tiempo más extenso.
Comparada con la insulina NPH, la insulina glargina además ofrece una menor incidencia de hipoglucemias sintomáticas y nocturnas, mientras que mantiene una efectividad similar en la reducción de la HbA1c. Estas características pueden desempeñar un papel crucial en la elección de la insulina a utilizar en pacientes con estos requerimientos específicos.