El cambio climático es un fenómeno global que afecta a todas las personas en el mundo, pero no de la misma manera. Desafortunadamente, las comunidades y personas más vulnerables son las que sufren de manera desproporcionada las consecuencias negativas de este fenómeno. Entre estos grupos vulnerables, las mujeres representan un colectivo especialmente afectado. En este artículo, vamos a explorar cómo el cambio climático provoca problemas de equidad, justicia e igualdad en el mundo, especialmente desde la perspectiva de género.
El cambio climático y su impacto desigual en las mujeres
Según datos recabados, podemos afirmar que las mujeres son mayoría en los colectivos más afectados por el cambio climático, representando un 70% de los más pobres del mundo. Es importante mencionar que las mujeres y los niños son los que componen entre el 50% y el 70% de las personas sin acceso a energía a nivel mundial. Además, las mujeres tienen catorce veces más posibilidades de morir en desastres naturales y serán mayoría entre los millones de refugiados climáticos que intentan huir de los impactos del cambio climático hasta 2050.
Roles de género y cambio climático
Los roles de género influyen en la forma en que el cambio climático afecta a las personas. Por ejemplo, las mujeres suelen ser responsables del cuidado de los hogares y de la búsqueda de alimentos y agua en zonas rurales. Además, las mujeres y los niños suelen dedicar numerosas horas a recoger biomasa y cocinar con hornos ineficientes. ¿Qué significa esto? Pues que el tiempo que pueden dedicar a estudiar o participar en otras actividades se ve limitado, lo que aumenta la mortalidad y disminuye las oportunidades de desarrollo y crecimiento personal. Un dato curioso es que a veces los roles de género pueden llegar a ser tan restrictivos que las mujeres pueden no tener acceso a recursos básicos como aprender a nadar, lo que a su vez las hace más vulnerables ante desastres climáticos y meteorológicos, como inundaciones y tsunamis.
Políticas de adaptación y mitigación del cambio climático y género
Aunque los impactos climáticos adversos afectan más a las mujeres y acentúan las desigualdades de género, las políticas de adaptación y mitigación del cambio climático no tienen en consideración el género. Esto significa que no se está haciendo lo suficiente para proteger a las mujeres frente a los embates del cambio climático y para asegurar que ellas también puedan participar activamente en la lucha contra este fenómeno global.
México y la dimensión de género en políticas internacionales y nacionales
Afortunadamente, algunos países están empezando a reconocer la importancia de la dimensión de género en las políticas relacionadas con el cambio climático. México es uno de los primeros países en contar con políticas que reconocen la situación de género en el cambio climático y ha jugado un papel importante en la continuidad de una base legal internacional. Durante la COP25, México impulsó la aprobación del Plan de Acción de Género, con el objetivo de equidad intergeneracional, derechos de los pueblos indígenas, derecho al desarrollo y justa transición en la fuerza de trabajo. A pesar de los bloqueos en las negociaciones multilaterales, la lucha de países africanos y de México permitió la aprobación de dicho plan.
Conexión entre género, clima y seguridad
Un informe de varias agencias de la ONU evidencia la conexión entre género, clima y seguridad. Los casos de estudio en diferentes países muestran cómo las normas machistas y la violencia de género intensifican las consecuencias del cambio climático. En países como Nigeria, Chad, Egipto, Sierra Leona, Indonesia, Pakistán y Colombia, la desigualdad estructural limita las capacidades de las comunidades para adaptarse a los efectos del cambio climático y alcanzar la paz y la seguridad sostenibles.
Por ejemplo:
- En Nigeria, la lucha por proteger la familia intensifica los conflictos intercomunales y aumenta el reclutamiento de jóvenes en grupos armados como Boko Haram. En Chad, la violencia diaria contra mujeres y niñas genera un estrés económico y atenta contra las capacidades de adaptación a los cambios ambientales.
- En Egipto, el cambio climático genera vulnerabilidad a la escasez de agua y tiene graves consecuencias sobre la seguridad alimentaria, energética, empleo, salud y educación, especialmente para las mujeres.
- En Indonesia, las mujeres indígenas sufren desproporcionalmente por la degradación de la tierra y la violencia sexual, la marginalización y el desplazamiento.
Enfoques basados en el género para la adaptación al cambio climático y la creación de cohesión social
En países como Colombia, El Salvador y Ecuador, enfoques basados en el género para la adaptación al cambio climático y la creación de cohesión social fomentados por el Programa Mundial de Alimentos han logrado importantes contribuciones para fortalecer la seguridad alimentaria y la resiliencia. Estos enfoques promueven la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones y la aplicación de medidas de adaptación y mitigación, lo que a la larga favorece a toda la comunidad.
Conclusión
El cambio climático es un desafío global que afecta al mundo entero, pero su impacto es especialmente desigual y desproporcionado en las mujeres y las personas más vulnerables. Es necesario reconocer y asegurar la dimensión de género en políticas internacionales y nacionales para desarrollar estrategias de adaptación y mitigación que no dejen a nadie atrás. La lucha por la justicia e igualdad en el mundo requiere también de una lucha contra el cambio climático que proteja a toda la sociedad, en especial a aquellos que son más afectados.
Y recuerda, no importa quiénes seamos o dónde vivamos, todos tenemos un papel en la lucha contra el cambio climático y en la búsqueda de la equidad y la justicia en el mundo. ¡Cada acción cuenta!