En medio siglo, la biodiversidad mundial ha disminuido considerablemente, con más de 42,100 especies en peligro de extinción. El cambio climático es uno de los principales responsables de esta situación, afectando a un tercio de corales, moluscos de agua dulce, tiburones y rayas, un cuarto de todos los mamíferos, un quinto de todos los reptiles y un sexto de todas las aves, que se dirigen a su desaparición. ¡No es solo un problema “oso polar”, amigos, esto nos afecta a todos!
El papel del ser humano en la sexta extinción
La sexta extinción le corresponde al ser humano, debido a la actividad humana intensiva, el consumo de combustibles fósiles, la acidificación de los océanos, la contaminación, la deforestación y las migraciones forzadas. Y como si eso no fuera suficiente, el cambio climático está acelerando la sexta extinción, causando, por sí mismo, la desaparición de casi un 8% de las especies actuales. No hay discusión de que somos el villano en esta película ecológica.
Actualmente, la Lista Roja de Especies Amenazadas incluye a 42,100 especies en peligro de extinción. Este problema ya afecta a los arrecifes de coral, que se están convirtiendo en desiertos blanquecinos debido al aumento de la temperatura y la acidificación del agua. Además, la masa de insectos voladores en los parques naturales ha disminuido un 75% desde 1990, debido al cambio climático y los pesticidas. ¿Moraleja? Cuidemos a nuestros pequeños amigos con alas, también.
La importancia de las abejas en nuestra alimentación
En el último año, Estados Unidos ha perdido el 43% de la población de abejas, principalmente por culpa de parásitos, pesticidas y el aumento de eventos climáticos extremos. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 100 especies de cultivos proporcionan el 90% de los alimentos a la humanidad, y el 71% de ellos se polinizan con abejas. Así que ya lo saben, ¡si no cuidamos a las abejas, podríamos adiós a nuestros tacos y comida favorita!
La lucha contra el cambio climático
Para combatir el cambio climático, es necesario apostar por la descarbonización de la economía, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero. Esto implica utilizar métodos más inteligentes y eficientes de producción energética, un consumo responsable y sistemas de financiación equitativos para todas las energías. En otras palabras, es hora de sacar la cabeza del pozo petrolero y buscar soluciones sostenibles.
Estudio sobre el impacto del cambio climático en la biodiversidad
Un nuevo estudio analiza varios escenarios futuros de cambio climático y su impacto en casi 80,000 especies de plantas y animales en 35 de las áreas más diversas y ricas en biodiversidad del mundo. La investigación revela que las emisiones de carbono pueden poner en peligro la mitad de las especies de plantas y animales en los sitios más ricos en biodiversidad del mundo, incluyendo el Amazonas y las islas Galápagos, que podrían enfrentar la extinción a finales de siglo debido al cambio climático.
Las áreas seleccionadas se escogieron por su singularidad y la variedad de plantas y animales que se encuentran allí. Si las temperaturas globales aumentan en 4.5°C, veremos casi un 50% de pérdida de especies en las áreas estudiadas. Sin embargo, si limitamos el aumento de la temperatura global a 2°C, la pérdida de especies será menor del 25%. En resumen, es indispensable tomar medidas para frenar el calentamiento global y así proteger nuestra biodiversidad.
El desplazamiento y adaptación de especies
Con días más calurosos, períodos más largos de sequía y tormentas más intensas, la vida silvestre enfrenta dos opciones para sobrevivir al cambio climático: desplazarse o adaptarse. Sin embargo, la adaptación rápida al cambio climático es casi imposible para muchas especies. Es por eso que, hoy en día, muchas de ellas están desplazándose de sus zonas tradicionales, buscando nuevos “nichos” donde pueden vivir y reproducirse exitosamente.
Un ejemplo de esto es el fenómeno que ocurre en la tundra canadiense, donde los zorros del Ártico están siendo desplazados por los zorros rojos a medida que el clima del norte se calienta. Esto también impacta a las especies en la Antártida y el Ártico, así como en lo alto de las montañas y en parches remanentes de bosque, quienes pueden no encontrar lugares para sobrevivir al cambio climático.
¿Qué podemos hacer para proteger a nuestras especies?
Organizaciones como WWF están evaluando varias especies para determinar los rasgos que pueden hacerlas resistentes o vulnerables a los cambios en el clima. Además, están financiando proyectos que reduzcan la vulnerabilidad de las especies ante los cambios climáticos a través de su Fondo de Innovación para la Adaptación de la Vida Silvestre.
El Acuerdo de París se compromete a reducir el nivel esperado de calentamiento global de 4.5°C a alrededor de 3°C. Pero hay que seguir trabajando para que las proyecciones de impacto en la biodiversidad disminuyan aún más, idealmente deteniendo el aumento de la temperatura en 2°C o mejor aún, en 1.5°C. Todos podemos aportar nuestro granito de arena siendo conscientes del consumo energético y apoyando el cuidado del medio ambiente. Porque, al final del día, todos somos responsables de nuestro planeta y sus habitantes, sin importar si tienen plumas, escamas o piel.