La contaminación lumínica es un fenómeno que, aunque a simple vista no parezca importante, tiene consecuencias que afectan a las personas, la biodiversidad y los cielos nocturnos. En el siguiente artículo te explicaremos qué es la contaminación lumínica, cómo nos afecta y algunas recomendaciones para reducirla.
¿Qué es la contaminación lumínica?
La contaminación lumínica se refiere al exceso de luz artificial que proviene de fuentes artificiales y que aumenta el brillo del cielo nocturno, impidiendo la observación de cuerpos celestes. Principalmente afecta a las zonas urbanas, suburbanas e industriales. La contaminación lumínica genera distintos tipos de problemas, como el brillo celeste, sobre-iluminación, resplandor y abarrotamiento.
Desperdicio de energía y emisiones de luz contaminantes
Es sorprendente saber que la contaminación lumínica excesiva puede representar entre el 30% y el 60% del consumo energético. Además, generar luz de forma innecesaria puede provocar la fuga de contaminación lumínica, lo que afecta el medio ambiente y la calidad de vida de las personas. Por otro lado, la luz de sodio de baja presión es la que menos contamina, mientras que las luces incandescentes y los hálidos metálicos (luces de mercurio) son las que más contaminan.
Afectaciones a la salud y la seguridad
La contaminación lumínica puede provocar pérdida temporal o permanente de la vista y fatiga visual. Además, puede generar dolores de cabeza, ansiedad y estrés. La luminosidad excesiva puede generar confusión y distracción en situaciones delicadas, como en la aviación comercial. Por otro lado, el deslumbramiento producido por la iluminación artificial puede generar accidentes de tránsito y disminuir la capacidad de visión de peatones.
El impacto en la biodiversidad
La contaminación lumínica afecta principalmente a la biodiversidad, sobre todo a la vida nocturna de algunas especies animales. Por ejemplo, la luz blanco azulada altera la conducta de estos seres, lo cual puede causar cambios en sus hábitos o incluso en sus sistemas de reproducción.
El daño a la observación astronómica
La luminosidad causada por la contaminación lumínica disminuye la efectividad de los telescopios y otros instrumentos de observación astronómica, dificultando la apreciación de cuerpos celestes y fenómenos astronómicos. Se estima que el 60% de habitantes de la Unión Europea no pueden ver la Vía Láctea debido a la contaminación lumínica.
La situación en España
En España, la contaminación lumínica es un problema creciente. De hecho, es el tercer país de la UE con más contaminación lumínica. Algunas Comunidades Autónomas han implementado normativas de protección lumínica, como Cataluña, Islas Baleares, Navarra, Cantabria, Andalucía, Extremadura y Castilla y León. Estas medidas buscan reducir los impactos negativos de la contaminación lumínica en la salud, la biodiversidad y la observación astronómica.
Ranking de ciudades más contaminantes en España
Según un estudio del astrofísico español Alejandro Sánchez de Miguel y su equipo, Madrid, Zaragoza, Sevilla, Barcelona y Valencia son las ciudades que más potencia emiten hacia el cielo en España. Por su parte, Bilbao, Hospitalet de Llobregat y Barakaldo son las ciudades con la iluminación más contaminante en España.
¿Qué podemos hacer para combatir la contaminación lumínica?
Reducir la contaminación lumínica puede ser tan sencillo como hacerse preguntas como “¿esto requiere estar iluminado?” y utilizar la cantidad adecuada de luz según la situación. Además, es importante considerar la implantación de tecnologías más eficientes, como las luces LED, y el uso de sistemas de control para apagar o reducir la intensidad de la luz en horarios no necesarios.
Conclusión
La contaminación lumínica es un problema global que nos afecta a todos. Tomemos conciencia de ello y hagamos lo que esté en nuestras manos para reducirla. Si te has quedado con ganas de más información, aquí te dejamos una última broma para despedirnos: ¿Por qué los astronautas no pueden dormir? ¡Porque la contaminación lumínica no los deja ver las estrellas! ?