Un nuevo informe del CICR titulado ‘When rain turns to dust’, analiza cómo los países en conflicto se ven gravemente afectados por el cambio climático. Según el índice ND-GAIN, 12 de los 20 países más vulnerables al cambio climático están atravesando situaciones de conflicto. Entre ellos, encontramos a Yemen, Malí, Afganistán, República Democrática del Congo y Somalia en los puestos más bajos del ranking. Nadie está a salvo de este flagelo; como diría mi abuela, “ésto sí que es de nunca acabar”.
No hay correlación directa entre el cambio climático y los conflictos, pero…
Si bien no se puede afirmar que hay una relación directa entre el cambio climático y los conflictos armados, el cambio climático incrementa el riesgo de que surjan conflictos al exacerbar los factores sociales, económicos y ambientales existentes. Es como cuando estás cortando cebolla muy cerca de tus ojos, y aunque sabes que lo más probable es que llores, decides seguir haciéndolo.
Adaptarse al cambio climático en tiempos de guerra: un reto monumental
En las zonas de conflicto, las personas tienen dificultades para adaptarse a los cambios climáticos ya que la inseguridad limita su capacidad de hacer frente a estos cambios. Además, en tiempos de guerra, la adaptación al cambio climático se vuelve aún más complicada debido a la debilidad de las autoridades e instituciones y la necesidad de atender prioridades en materia de seguridad. Es como intentar hacer malabares con bolas de fuego mientras caminas sobre una cuerda floja.
El entorno natural: víctima directa e indirecta de los conflictos armados
Los conflictos armados no solamente afectan a las personas, sino también al entorno natural. Esto es un problemón, porque también reduce la resiliencia y la capacidad de adaptación al cambio climático. Como ya lo mencionó Antonio Guterres, el funcionario de la ONU, ninguna región del mundo es inmune a los peores impactos climáticos. Y aquí es donde entran en juego los agravios y las tensiones, que pueden aumentar cuando las capacidades de respuesta son limitadas y los recursos naturales disminuyen.
El cambio climático: agente multiplicador del riesgo
El cambio climático y la mala gestión del medio ambiente son considerados como agentes multiplicadores del riesgo. Esto significa que las personas que ya están en situaciones vulnerables, como las que viven en zonas de conflicto, están aún más expuestas a los riesgos asociados al cambio climático. Para que te des una idea, el profesor Gutiérrez podría decir que estamos ante una receta perfecta para el desastre: mezcla cambio climático con conflictos armados y tendrás una explosión inminente.
Consecuencias del cambio climático: guerras y desplazamientos masivos
Una de las consecuencias más preocupantes del cambio climático es que puede provocar más guerras y desplazamientos masivos, además de tener efectos especialmente profundos cuando se solapan con la fragilidad y los conflictos pasados o actuales. En 2020, se registraron más de 30 millones de personas desplazadas por desastres relacionados con el clima. Y es que, como bien dijo el poeta, “cada vez son más los que se suman a la conga del exilio”.
Los refugiados y el cambio climático
El 90% de los refugiados proviene de los países más vulnerables al cambio climático, aquellos con menor capacidad de adaptación. Esto significa que las personas que están huyendo de sus hogares no sólo tienen que enfrentarse a la violencia y la inseguridad, sino también a un planeta que les da la espalda. Es como si la vida te diera limones, pero te quitaran el agua y el azúcar para hacer limonada.
La adaptación al clima y la consolidación de la paz: prioridades en un mundo convulsionado
Ante estos desafíos, es evidente que la adaptación al clima y la consolidación de la paz deben ser prioridades en el ámbito internacional. Para ello, es necesario el compromiso de todos los países para cumplir con el Acuerdo de París y limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Pero además, se deben hacer grandes avances en materia de adaptación y resiliencia, destinando al menos el 50% de la financiación climática mundial a estos fines.
Financiación a través de subvenciones y la importancia de las mujeres y las niñas
Un aspecto crítico para hacer frente al cambio climático en países afectados por conflictos es la financiación a través de subvenciones, ya que los préstamos contribuirían a la ya aplastante carga de la deuda en los países más vulnerables al clima. Además, es fundamental que las mujeres y las niñas sean actores decisivos en la adaptación al clima y la consolidación de la paz, ya que su papel es fundamental para el desarrollo de soluciones sostenibles y efectivas.
El Mecanismo de Seguridad Climática y el papel de las organizaciones humanitarias
El Mecanismo de Seguridad Climática está trabajando para apoyar a las misiones sobre el terreno, a los equipos en los países y a las organizaciones regionales y subregionales. Sin embargo, el órgano de seguridad debe asumir un mayor papel protagonista en la evaluación y mitigación del cambio climático, incluyendo a las operaciones y mandatos de mantenimiento de la paz.
El CICR y su Carta sobre el clima y el medio ambiente
Ante las difíciles circunstancias que enfrentan las personas en zonas de conflicto, el CICR ha elaborado una Carta sobre el clima y el medio ambiente para guiar su respuesta a estas crisis y promover una acción colectiva entre organizaciones humanitarias. Sin duda, queda mucho por hacer, pero como diría el dicho: “Unidos somos más fuertes que una piña tropical en pleno desierto”.
Conclusión
La combinación de cambio climático y situaciones de conflicto crea un escenario preocupante para millones de personas en el mundo. Pero no todo está perdido, ya que existen iniciativas como la Carta sobre el clima del CICR y el Mecanismo de Seguridad Climática para enfrentar estos desafíos. Con un poco de optimismo y unión global, quien sabe, quizás encontremos una forma de sobrevivir en este inestable mundo llamado Planeta Tierra. ¡Arriba los corazones y la resiliencia!
