Infraestructura de transporte frente al cambio climático: ¿Estamos preparados?

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El cambio climático es una realidad innegable y sus consecuencias ya se pueden sentir en todo el mundo. Una de estas consecuencias es el aumento en la intensidad y frecuencia de eventos climáticos extremos, como lluvias torrenciales e inundaciones. Esta situación pone en riesgo un elemento clave de nuestras sociedades: las infraestructuras de transporte, que son fundamentales para el comercio y el funcionamiento de nuestras economías. ¿Pero están nuestras carreteras y vías férreas preparadas para enfrentar el desafío del cambio climático? Un reciente estudio, realizado por un grupo de expertos internacionales, arroja luz sobre este tema.

El impacto del cambio climático en las infraestructuras de transporte

Las infraestructuras de transporte están diseñadas para tener una vida útil de varias décadas. Sin embargo, en su diseño se basan en condiciones históricas del clima, que ya no son válidas en el contexto del calentamiento global. El mencionado estudio aborda precisamente este problema, analizando la exposición de las infraestructuras de transporte a los cambios en los periodos de retorno de precipitaciones extremas a nivel global.

Un dato preocupante es que, bajo un escenario de calentamiento de aproximadamente 2 grados centígrados en la mitad del siglo XXI (escenario RCP 8.5), se espera que 43.6 % de las infraestructuras de transporte globales experimenten al menos una disminución del 25 % en su diseño de periodo de retorno de lluvias extremas (un aumento del 33% en la probabilidad de excedencia). Esta cifra podría incrementarse hasta el 69.9 % bajo un calentamiento de aproximadamente 4 grados centígrados a finales del siglo XXI.

Factores de seguridad para enfrentar el cambio climático

Ante esta situación, los investigadores proponen la incorporación de un factor de seguridad en el diseño de infraestructuras de transporte que permita adaptarse al cambio climático. En su estudio, consideran que un factor de seguridad de 1.2 sería suficiente para la mayoría de las regiones del mundo en cálculos rápidos de diseño en el escenario RCP4.5.

Esto implica que los países tendrían que invertir en la actualización de sus drenajes y sistemas de transporte para enfrentar las condiciones futuras de precipitaciones extremas. Además, se deberían realizar análisis de riesgos y costos-beneficios para determinar qué estrategias de adaptación son las más adecuadas en cada caso.

Regiones más expuestas y posibles soluciones

El estudio identifica las áreas más expuestas a cambios en el periodo de retorno de precipitaciones extremas, lo que permite enfocar la atención en esas regiones para la implementación de medidas de adaptación. Algunas de las zonas más vulnerables son: Groenlandia, América del Norte, América del Sur, África Central, India, China y el sudeste asiático.

Además de mejorar los sistemas de drenaje, se pueden implementar soluciones naturales y de infraestructura verde que sean más rentables y complementen a los sistemas existentes. Un ejemplo de esto podría ser la construcción de humedales y la reforestación de áreas cercanas a las infraestructuras de transporte. De este modo, se podría reducir el impacto de las precipitaciones extremas y contribuir también a la protección del medio ambiente.

precipitaciones
Nat Commun 14, 2541 (2023).

El papel de México en este desafío

México, como país en desarrollo, necesita tomar en cuenta estos desafíos en la planificación de sus infraestructuras de transporte. Es necesario realizar estudios y análisis de riesgos relacionados con el cambio climático en el país y diseñar estrategias adecuadas de adaptación. Además, es importante fomentar la cooperación internacional y el intercambio de conocimientos en este ámbito para enfrentar juntos los retos que impone el cambio climático.

El camino hacia infraestructuras resilientes al cambio climático

El cambio climático ha dejado de ser una amenaza futura para convertirse en una realidad que afecta a nuestras sociedades y economías. Las infraestructuras de transporte son un componente fundamental en este escenario y, por ello, es fundamental tomar medidas para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas y garantizar su funcionamiento óptimo y sostenible a largo plazo.

La investigación mencionada proporciona información valiosa para identificar las regiones más expuestas a precipitaciones extremas y propone soluciones prácticas mediante la incorporación de factores de seguridad en el diseño de infraestructuras de transporte. Es hora de que los gobiernos, las empresas y la sociedad en su conjunto tomen conciencia de la importancia de este tema y trabajen juntos para crear infraestructuras resilientes al cambio climático, garantizando así el bienestar y desarrollo sostenible de las futuras generaciones.