• Home
  • México
  • Variedades de café más populares en México

Variedades de café más populares en México

Dinamismo y diversidad del café mexicano

México es un país con una larga y rica tradición en el cultivo y consumo de café. Desde su llegada en el siglo XVIII, este grano se ha convertido en parte esencial de la cultura e identidad mexicana. La diversidad de climas, suelos y altitudes del país ha permitido el desarrollo de una amplia gama de variedades de café, cada una con características únicas de sabor, aroma y cuerpo.

El café no solo es una bebida que nos acompaña en nuestro día a día, sino que también representa un motor económico y social para miles de familias en las zonas productoras. Adentrarse en el mundo del café mexicano es emprender un viaje por la historia, la geografía y la pasión de un pueblo que ha hecho de este cultivo un arte y una forma de vida.

Historia del café en México

La historia del café en México se remonta a finales del siglo XVIII, cuando las primeras semillas llegaron desde las Antillas y encontraron en las tierras veracruzanas un lugar ideal para germinar. Fue en 1817 cuando Juan Antonio Gómez estableció las primeras plantaciones comerciales en Córdoba, Veracruz, marcando así el inicio de una próspera industria.

Desde Veracruz, el cultivo del café se expandió hacia otros estados como Chiapas, donde llegó desde Guatemala, y Michoacán, a donde arribó desde el lejano puerto de Moka en Yemen. A lo largo del siglo XIX, las cafeterías se convirtieron en puntos de encuentro social y cultural, reflejando la creciente importancia de esta bebida en la vida cotidiana de los mexicanos.

Pexels

Principales estados productores

En la actualidad, la producción de café en México se concentra en cuatro estados principales: Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla. Chiapas, el mayor productor nacional, aporta el 41% del volumen total, destacando por sus grandes fincas y contrastes ambientales y socioculturales. Veracruz, cuna del café mexicano, contribuye con el 24% de la producción, aprovechando sus climas húmedos y suelos volcánicos para obtener cafés de alta acidez y aroma.

Oaxaca, por su parte, cultiva café en 7 de sus 8 regiones, representando el 15.3% del total nacional. La producción artesanal y la gran diversidad de perfiles caracterizan a los cafés oaxaqueños. Puebla, con su sierra norte, ofrece condiciones ideales para el cultivo de café de especialidad. Otros estados como Guerrero, Hidalgo, Nayarit, San Luis Potosí y Colima también aportan su grano de arena a la riqueza cafetalera de México.

Variedades de café cultivadas en México

México es un país privilegiado en cuanto a la diversidad de variedades de café que se cultivan en su territorio. La especie predominante es la arábica, que representa el 97% de la producción nacional y se destaca por su mejor calidad y precio en el mercado. En menor medida, también se cultiva la variedad robusta, utilizada principalmente para la elaboración de café soluble.

Dentro de la variedad arábica, las más comunes en México son:

  • Típica o Criollo: la variedad original, muy bien adaptada a nuestras tierras, de porte alto y excelente sabor.
  • Bourbón: más productiva y resistente que la Típica.
  • Mundo Novo: una variedad brasileña de gran calidad.
  • Caturra: de porte bajo, buen rendimiento y calidad en taza.
  • Otras variedades como la Pluma Hidalgo, Garnica, Maragogipe y Pacamara también dejan su huella en el panorama cafetero mexicano.

Alexandra Gorn de Unsplash

Sistemas de cultivo y procesamiento

En México predomina el cultivo de café bajo sombra, en sistemas agroforestales que brindan múltiples beneficios ambientales. La cosecha se realiza manualmente de forma selectiva, principalmente entre los meses de septiembre y marzo, garantizando la recolección de frutos en su punto óptimo de maduración.

El procesamiento del café mexicano se realiza mayoritariamente por vía húmeda, un método que incluye las etapas de despulpado, fermentación, lavado y secado. Este proceso permite obtener cafés de alta calidad, resaltando sus atributos y matices únicos. Además, México se ha posicionado como líder mundial en la producción de café orgánico, demostrando su compromiso con prácticas sostenibles y amigables con el medio ambiente.

Características del café mexicano

El café mexicano se distingue por su calidad excepcional, resultado de las condiciones geográficas privilegiadas y las prácticas de cultivo tradicionales. Los cafés arábicos de México se caracterizan por su acidez y aroma acentuados, su cuerpo medio y sus notas dulces y afrutadas. Cada región productora imprime su sello distintivo en el sabor y los matices de su café.

Los cafés de especialidad y orgánicos mexicanos son altamente valorados en el mercado internacional, reconocidos por su perfil único y su producción sostenible. La pasión y el conocimiento de los productores mexicanos se reflejan en cada grano, ofreciendo una experiencia sensorial inigualable a los amantes del café de todo el mundo.

Pexels

Importancia económica, social y ambiental

El cultivo del café en México va más allá de su importancia como producto de exportación y generador de divisas. Este sector desempeña un papel crucial en la vida de más de 500 mil productores y sus familias, involucrando a cerca de 3 millones de personas en toda la cadena productiva. El café brinda empleo y sustento en las zonas rurales, fomentando el arraigo y el desarrollo de las comunidades.

Además de su impacto social, el café cultivado bajo sombra contribuye a la preservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en las fincas cafetaleras. Este sistema de producción ofrece una oportunidad de desarrollo sostenible para las comunidades indígenas y campesinas, permitiéndoles mejorar su calidad de vida mientras protegen el medio ambiente.

Retos y perspectivas

A pesar de su gran potencial, el sector cafetalero mexicano enfrenta diversos desafíos. La volatilidad de los precios internacionales y la especulación en el mercado generan incertidumbre y vulnerabilidad para los productores. Plagas y enfermedades como la roya del cafeto amenazan la productividad de los cafetales. Asimismo, el cambio climático y los eventos meteorológicos extremos ponen en riesgo la producción y la calidad del café.

Ante estos retos, es fundamental impulsar estrategias que promuevan la calidad, la diferenciación y el valor agregado del café mexicano. La renovación de los cafetales y la mejora de la productividad son tareas pendientes para fortalecer la competitividad del sector. Asimismo, el fortalecimiento de las organizaciones de productores y la promoción del comercio justo son claves para garantizar la sostenibilidad económica y social de la cafeticultura en México.

Conclusión

El café mexicano es mucho más que una bebida. Es el resultado de siglos de tradición, del esfuerzo de miles de productores y del privilegio de contar con condiciones naturales excepcionales. Cada taza de café de México lleva consigo una historia de sabor, aroma y dedicación.

Conocer y valorar la diversidad de variedades, las particularidades de cada región y el arduo proceso detrás de cada grano, nos permite apreciar en su justa dimensión este tesoro nacional. El reto es seguir por la ruta de la calidad, la sustentabilidad y la justicia social, para que el café siga siendo motor de desarrollo y orgullo para México. Al disfrutar de una taza de café mexicano, no solo deleitamos nuestros sentidos, sino que también rendimos homenaje a la tierra, la cultura y el corazón de un país que ha hecho del café una forma de vida.