Quizás un concepto como bioeconomía pareciera distante, como flotando en el aire, pero la verdad es que está más cerca de lo que podríamos pensar. Hoy, en pleno inicio del siglo XXI, la bioeconomía es en realidad una especie de bálsamo en nuestras vidas y soluciones a desafíos globales, como el cambio climático. Este modelo económico se basa en la producción y uso de recursos biológicos renovables y puede estar en nuestra mesa y en nuestras venas sin que nos demos cuenta.
Un nuevo orden alimentario: hacia la sustentabilidad y la justicia
Los recursos biológicos nos proveen desde alimentos hasta bioproductos y bioenergía. Por eso la bioeconomía puede ser una herramienta clave para garantizar un suministro y reparto justo de alimentos, algo que no podemos dar por sentado en cualquier momento del día. Además, este modelo impulsa la búsqueda de soluciones para mitigar los efectos del cambio climático y reducir la utilización de combustibles fósiles.
Biomasa: la savia que nutre a la bioeconomía
En este fascinante viaje de búsqueda y aprovechamiento de recursos naturales, una palabra clave es biomasa. La biomasa es un recurso renovable utilizado para obtener bioproductos, bioenergía y servicios. Sin la biomasa, ese módico material que nutre a la bioeconomía, estaríamos dando vueltas sin verdaderas soluciones ecoamigables y rentables a la vez.
Un círculo virtuoso llamado economía circular
Siguiendo con el camino de la renovación, no podemos dejar de mencionar la economía circular. En ella, se busca el mantenimiento del valor añadido de los productos el mayor tiempo posible y aumentar el uso de materias primas y productos renovables no fósiles de manera sostenible. En otras palabras, es lograr un aprovechamiento máximo de los recursos biomásicos y un crecimiento económico, empleo y sostenibilidad.
La unión entre la bioeconomía y la economía circular
Esta es una historia en la que dos protagonistas caminan de la mano evitando el desorden y buscando la sintonía: la bioeconomía y la economía circular. Juntas, trabajan para impulsar tanto el desarrollo sostenible como la circularidad. Los sistemas alimentarios y la fabricación de alimentos, piensos, bioproductos y la bioenergía ocupan el mayor nicho de este hermoso dúo.
El sendero hacia una estrategia de bioeconomía efectiva
Ahora bien, si todo esto suena fantástico, todavía falta responder a ciertas preguntas: ¿cómo hacemos que todo esto suceda? ¿Contamos con las herramientas necesarias para desarrollar una estrategia de bioeconomía efectiva? Bueno, la clave está en un plan de acción concreto y conjunto, en el que participen gobiernos locales, nacionales y organizaciones supranacionales.
Invertir en investigación, innovación y formación
Además, es fundamental aumentar la inversión en investigación, innovación y capacitación, así como mejorar la coordinación política y el compromiso, los mercados y la competitividad. Todo esto nos permitirá promover la bioeconomía y disfrutar de sus beneficios concretos e intangibles.
La bioeconomía y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Esta novedosa tendencia no solo nos acerca a soluciones ambientales y económicas, sino que también se relaciona directamente con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 aprobada por la ONU. La bioeconomía y su potencial son una pieza fundamental para alcanzar la sostenibilidad a nivel global y transformar nuestra realidad.
Reducción de residuos y ahorro de energía
Entre las ventajas de la bioeconomía, podemos destacar la reducción de residuos y el ahorro de energía. Esto significa no solo una economía más limpia, sino también una mayor eficiencia en el uso de la energía y una menor generación de residuos, que pueden contaminar nuestro planeta.
Tecnología e innovación para el uso de recursos naturales
El término de bioeconomía se refiere a la producción de bienes y servicios basados en el conocimiento producido a partir de ciencia, tecnología e innovación aplicados al uso de recursos naturales y biológicos. La Comisión Europea, por ejemplo, define la bioeconomía como aquellas partes de la economía que utilizan recursos biológicos renovables para producir alimentos, materiales y energía.
Un camino hacia el desarrollo económico y el beneficio público
La bioeconomía busca generar desarrollo económico y beneficio público a través de la investigación, la innovación y el desarrollo en las ciencias biológicas. Esto incluye desde la producción de biocombustibles para reducir el uso de combustibles fósiles hasta la creación de nuevos medicamentos, alimentos de mejor rendimiento nutricional y otros productos.
Transformación política, social y procesos en contextos diferenciados
El desarrollo de la bioeconomía requiere una transformación política, social y procedimental de largo plazo, en contextos nacionales y regionales diferenciados. Su objetivo principal es reducir la dependencia de los recursos naturales y transformar los procesos de producción para lograr la sostenibilidad de los recursos renovables y no renovables del planeta.
Una herramienta para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible en cada país
La bioeconomía es considerada como una herramienta para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en cada país. Un caso interesante es el de Colombia, el segundo país con mayor biodiversidad biológica, lo que le brinda un gran potencial para impulsar la bioeconomía.
La bioeconomía en Colombia provee un marco de referencia conveniente y adecuado para el establecimiento e implementación de políticas que impulsen el desarrollo de productos y servicios con impacto económico, que conserven la diversidad biológica y que contribuyan al cumplimiento de la Agenda 2030.
Bioeconomía en América Latina y el Caribe
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó un estudio titulado “Bioeconomía en América Latina y el Caribe. Contexto global y regional y perspectivas“. En él, se señala que hay un gran potencial en América Latina para el desarrollo de la bioeconomía, que puede ser utilizado como una alternativa para la diversificación productiva y la agregación de valor en el medio rural, especialmente en los sectores agrícola y agroindustrial.
El futuro está aquí: consumo y producción sostenibles
La bioeconomía es una economía basada en el consumo y la producción de bienes y servicios derivados del uso directo y la transformación sostenibles de recursos biológicos, incluyendo los desechos de biomasa generados en los procesos de trasformación, producción y consumo, aprovechando el conocimiento de los sistemas, principios y procesos y las tecnologías aplicables al conocimiento y transformación de los recursos biológicos y a la emulación de procesos y principios biológicos.
Y es así, con la bioeconomía como pieza central en nuestro tablero, que podemos escalar hacia un futuro sostenible, más humano y respetuoso con nuestro entorno. La bioeconomía nos invita a imaginar y a diseñar un nuevo mundo en el que nuestras raíces se mantengan firmes y sanas mientras se renuevan y se adaptan al cambio. Ya lo hemos visto: está en nuestras manos.