En momentos donde la justicia ambiental y la conservación del medio ambiente cobran cada vez más importancia en la vida cotidiana, México enfrenta desafíos que requieren de un replanteamiento profundo.
Antecedentes y reflexiones sobre la justicia ambiental
El recorrido que ha tenido la justicia ambiental administrativa en las últimas décadas ha sido, ciertamente, sinuoso. A pesar de la creación de leyes, regulaciones y políticas públicas, la falta de un marco jurídico regulatorio adecuado y la ineficiencia de la administración pública ambiental en el Estado de México han causado estragos en la protección del medio ambiente.
En este sentido, la Universidad Autónoma del Estado de México ha albergado investigaciones que analizan los antecedentes del derecho y la justicia ambiental a nivel internacional, nacional y local. Partiendo de este marco, expertos en la materia han debatido sobre cómo enriquecer el sistema jurídico mexicano para garantizar el cuidado de nuestros recursos naturales.
Conferencias y debates: la búsqueda de soluciones
El 22 de octubre, en una conferencia organizada por el Centro de Derecho Ambiental, Aquilino Vázquez García, Presidente de la Liga Mundial de Abogados Ambientalistas y director del Seminario de Derecho Ambiental de la UNAM, planteó la necesidad de replantear nuestra visión del mundo y cómo vivimos en él. Aseguró que el sistema jurídico de cada país debe ser actualizado y sistematizado para la adecuada protección, conservación y manejo de los recursos naturales y destacó la importancia de definir lo que debe ser la sustentabilidad.
Vázquez García también llamó la atención sobre la educación ambiental como un aspecto fundamental para lograr que la protección del medio ambiente sea un tema transgeneracional. Solamente a través de la educación se puede asegurar que las generaciones futuras comprendan la importancia de cuidar nuestro hogar común, el planeta Tierra.
El contexto mexicano: desafíos y oportunidades
México, al ser un país muy diverso geográfica y culturalmente, presenta una serie de desafíos ambientales que se deben abordar con seriedad y compromiso. Entre ellos se encuentran la lucha por frenar la violencia contra defensores del medio ambiente, evitar la extinción de especies y hacer de la conservación de la naturaleza una prioridad nacional.
Este último punto es especialmente relevante si consideramos que, según diversas ONG ambientales, el país se enfrenta aún en 2023 a problemas como la emergencia climática, la deforestación y la contaminación.
Logros y avances en la protección del medio ambiente en México
Aunque la situación es preocupante, también hay avances que vale la pena destacar. Desde diciembre de 2019 hasta agosto de 2021, México logró una reducción de 1 millón 129 mil 805 toneladas anuales de CO2e, lo que equivale a retirar 160 mil 546 vehículos de circulación durante un año.
Esta noticia es alentadora, pero aún queda mucho por hacer. En nuestro país, como en muchos otros, la justicia ambiental es un componente esencial en la lucha por mejorar y conservar un medio ambiente limpio, sano y saludable.
Una llamada a la acción: hacer frente a los retos
El planeta sigue enfrentándose a grandes desafíos, como el cambio climático, la pobreza y la desigualdad, la desaparición de fuentes hídricas, la contaminación y la deforestación. Para hacer frente a estos retos, es necesario que cada país, incluido México, fortalezca su marco jurídico y tome medidas efectivas en materia de justicia ambiental.
En este sentido, es fundamental el surgimiento de nuevas figuras que tiendan a la obligatoriedad y garanticen el acceso y la impartición de justicia ambiental.
¿Qué podemos hacer como sociedad?
Además de los esfuerzos gubernamentales y del marco jurídico, es importante que todos los ciudadanos tomemos conciencia de los problemas ambientales y nos involucremos en la búsqueda de soluciones. No sólo a través de la educación y el cambio de mentalidad, sino también a través de la participación activa en nuestra comunidad y en iniciativas que apunten a la conservación del medio ambiente.
Recuerda, el mundo en el que vivimos es nuestra responsabilidad. Contribuir al cuidado del planeta es contribuir al bienestar de las generaciones futuras. No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que otros resuelvan los problemas, sino que todos, en la medida de nuestras posibilidades, debemos unirnos en la búsqueda de un futuro más verde y justo para todos.