El cambio climático se ha convertido en la mayor amenaza para la salud de la humanidad en el siglo XXI. Sus efectos no solo afectan a los recursos naturales y la biodiversidad, sino que también tienen un impacto directo en la salud humana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe acerca del impacto del cambio climático sobre la salud humana, y las cifras son alarmantes: se estiman 250,000 muertes adicionales al año entre 2030 y 2050 a causa del cambio climático. Y como si eso no fuera suficiente, ¡esto es solo el comienzo! En este artículo, analizaremos en profundidad cómo el cambio climático afecta nuestra salud y si estamos preparados para enfrentar este desafío.
El cambio climático y la salud: los desafíos
El cambio climático tiene diversos efectos negativos en los determinantes sociales y ambientales de la salud, incluidos los alimentos, el aire y el agua. La OMS prevé un aumento de enfermedades infecciosas debido a los cambios de temperatura. Pero ¿qué significa esto exactamente? A continuación, te presentamos algunos de los principales desafíos que enfrentamos en cuanto a salud se refiere:
- Enfermedades transmitidas por agua y alimentos contaminados: La temperatura y las precipitaciones afectan a virus y bacterias como el cólera, las enfermedades diarreicas y otras infecciones transmitidas por vectores.
- Aumento de los riesgos de climas extremos: Fenómenos como inundaciones, sequías y olas de calor aumentarán la morbimortalidad, afectando principalmente a las poblaciones vulnerables, como los más jóvenes, adultos mayores y quienes ya tienen problemas de salud.
- Producción agrícola comprometida: El cambio climático afecta la producción de alimentos, lo que puede provocar desnutrición y enfermedades cardiorrespiratorias e infecciosas.
- Salud mental: Las personas afectadas por fenómenos meteorológicos extremos pueden desarrollar problemas de salud mental como ansiedad, estrés y depresión.
¿Se pueden poner peor las cosas? Sí, especialmente si estos retos se suman a los determinantes de salud que ya están presentes en el país, incrementando la compleja situación sanitaria. Además, las zonas con malas infraestructuras sanitarias serán las menos capacitadas para responder a los cambios del clima. ¿Será tiempo de aprender a construir balsas? (Broma).
¿Quiénes son los más vulnerables?
Las personas de países y comunidades de bajos ingresos son las más vulnerables a los riesgos para la salud derivados del cambio climático, ya que cuentan con menos recursos para adaptarse y mitigar sus efectos. Los niños pequeños, los ancianos, los enfermos, los pobres y las poblaciones aisladas son también más propensos a sufrir las consecuencias de esta amenaza global.
México: un país altamente vulnerable
Como sabemos, México no se salva de este fenómeno. De hecho, es considerado un país altamente vulnerable a los efectos del cambio climático. El 15% de su territorio, el 68.2% de su población y el 71% de su Producto Interno Bruto (PIB) se encuentran altamente expuestos a los impactos del cambio climático. Así que si vives en México, ¡más vale que te prepares!
¿Qué se está haciendo para enfrentar el cambio climático y proteger nuestra salud?
Desde el 25 de septiembre de 2015, los países tienen la oportunidad de adoptar un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de la nueva agenda de desarrollo sostenible. Sin embargo, aún hay mucho por hacer. La OMS ha instado a fortalecer los sistemas de salud pública, programas de respuesta a emergencias y la investigación, entre otras medidas de adaptación.
El sector de la salud puede jugar un papel clave en ayudar a las sociedades a adaptarse al cambio climático y a mitigar sus efectos. Esto incluye:
- Desarrollar planes de contingencia y preparación para emergencias.
- Invertir en investigación y desarrollo de tecnologías y prácticas innovadoras.
- Promover la educación y la concientización pública sobre los riesgos para la salud y las medidas de prevención.
- Trabajar con otros sectores y organismos para abordar los determinantes sociales y ambientales de la salud.
Además, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero puede mejorar la salud al reducir la contaminación del aire y ayudar a evitar impactos sanitarios catastróficos. Para lograr esto, el aumento de la temperatura debe limitarse a 1.5°C.
¿Estamos preparados para enfrentar el cambio climático y sus efectos en la salud?
A corto y medio plazo, los efectos del cambio climático sobre la salud dependerán de la vulnerabilidad y resiliencia de las poblaciones y su adaptación. A largo plazo, los efectos dependerán de la implementación de medidas transformadoras para reducir las emisiones y evitar puntos de inflexión irreversibles. En resumen, la respuesta es que queda mucho por hacer, tanto a nivel nacional como global, para enfrentar con éxito el cambio climático y proteger nuestra salud.
El cambio climático y sus afectaciones en la salud humana constituyen un enorme desafío para los científicos y los tomadores de decisiones. Los sistemas de salud deben estar preparados e informados y crear la capacidad necesaria para gestionar los riesgos inducidos por el clima a fin de responder a esta creciente amenaza. La situación es urgente, así que ¡manos a la obra! Y recuerda, no hay planeta B. Así que hagamos todo lo posible por proteger nuestra salud y nuestro hogar.