El cambio climático se ha convertido en uno de los mayores desafíos de nuestra sociedad actual. La preocupación sobre sus consecuencias, como la pérdida de biodiversidad, el aumento del nivel del mar, el deshielo de los polos y la desertificación se encuentra en aumento. Y, ¿sabías que los océanos son los principales afectados por esta problemática? En este artículo, describiremos las principales consecuencias que el cambio climático tiene en los océanos y cómo nos afecta a todos. También, discutiremos algunas propuestas de solución que podrían ayudar en la mitigación de estos impactos.
Causas y consecuencias del cambio climático en los océanos
De acuerdo con la ONU, el océano ha absorbido alrededor del 90% del calor generado por las emisiones de gases en aumento. Esto se debe a la función del océano como el mayor sumidero de carbono del planeta. Si todo el calor absorbido por los océanos hubiera entrado en la atmósfera, las temperaturas medias mundiales habrían aumentado en unos 56 grados centígrados. Si creían que el calor que sentimos en el verano era insoportable, ¡imagínense cómo sería con 56 grados adicionales!
El exceso de calor y energía que el océano absorbe debido a las emisiones de gases causa efectos progresivos sin precedentes, como el deshielo de los polos, el aumento del nivel del mar, olas de calor marinas y acidificación del océano. Esta alteración de la temperatura del océano tiene un efecto perdurable sobre la biodiversidad marina y las comunidades costeras, incluyendo cerca de 680 millones de personas que viven en áreas costeras bajas y casi 2000 millones que viven en la mitad de las grandes metrópolis del mundo situadas en la costa.
El impacto en la industria pesquera y en la seguridad alimentaria
Casi la mitad de la población mundial (3300 millones) depende de la pesca para obtener sus nutrientes proteicos y casi 60 millones de personas trabajan en la industria pesquera y el sector acuícola en todo el mundo. Se estima que unos 3,000 millones de personas dependen del pescado como principal fuente de proteínas. ¿Alguna vez pensaron en la cantidad de ceviches, tacos de pescado y sushis que se encuentran en peligro?
La investigación muestra un amplio abanico de efectos posibles, tanto positivos como negativos, ya que las distintas especies marinas presentan distintos niveles de resiliencia y adaptabilidad. Además, el cambio en la temperatura del agua puede afectar al desarrollo y crecimiento de la mayoría de los peces y cefalópodos.
Por otro lado, la reducción del hielo marino tiene un efecto dominó en las especies árticas y antárticas. La migración masiva de especies marinas en busca de las condiciones adecuadas de supervivencia y el calentamiento de los océanos produce el blanqueo de los corales, lo que dificulta su supervivencia.
La acidificación de los océanos y su efecto en los organismos marinos
El dióxido de carbono no solo produce cambios en la temperatura, sino también en la química del agua del mar. La acidificación de los océanos es un problema que puede afectar a los organismos marinos y los ciclos biogeoquímicos. Esta acidificación dificulta la creación de conchas y esqueletos de algunos organismos marinos, como corales, pterópodos, moluscos bivalvos y fitoplancton calcificador, haciéndolos vulnerables a los cambios de la química del agua de mar.
Los Laboratorios de OIEA para el Medio Ambiente utilizan técnicas isotópicas para examinar los efectos de la acidificación de los océanos y su interacción con otros factores de estrés ambiental. Además, estos laboratorios investigan las consecuencias económicas de la acidificación de los océanos en la pesca, lo cual es fundamental para tomar decisiones adecuadas sobre esta problemática.
¿Qué se puede hacer para proteger los océanos?
La protección de los océanos debe regularse desde una óptica de derecho internacional dentro de un marco de cooperación. Para ello, se requiere articular la implementación de la Convención del Mar con los instrumentos internacionales de lucha contra el cambio climático, como el Acuerdo de París. Además, los océanos son fundamentales para la economía debido al transporte marítimo, el turismo y la explotación de sus recursos, tal como lo establece la Convención de las Naciones Unidas sobre derecho del mar.
El desarrollo sostenible, que busca garantizar el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social, es clave para abordar el cambio climático. Por otro lado, los científicos y Estados miembros deben seguir investigando y utilizando técnicas nucleares e isotópicas para el desarrollo científico de los cambios en los océanos, facilitando la adopción de medidas adecuadas en función de los resultados de estas investigaciones.
Conclusión
El cambio climático es un problema complejo y difícil de abordar que afecta no solo a los ecosistemas terrestres sino también a los océanos. Para combatir sus efectos, es necesario promover el desarrollo sostenible y el uso responsable de los recursos naturales, fomentando la cooperación a nivel internacional. ¡Cuidemos nuestros océanos, pues ellos son fuente de vida y recursos vitales para nosotros!