La historia de la radio y la televisión en México es un fascinante recorrido a través de las ondas y las pantallas, donde los susurros de la imaginación y las imágenes fijas cobran vida. Desde sus primeras emisiones en la década de 1920 hasta la era del streaming moderno, México ha sido testigo de innumerables momentos significativos y personajes influyentes que han dado forma a la industria de los medios. Acompáñame en este viaje y descubre la magia detrás de nuestros dispositivos favoritos.
El amanecer de la radio mexicana
En los albores de la radio mexicana, la noche del 27 de septiembre de 1921 marcó el inicio de una nueva era. La primera estación de radio del país, ubicada en un teatro desaparecido en la Ciudad de México, llevó a sus escuchas un nuevo mundo de entretenimiento y comunicación como nunca antes se había visto. El poder de la radio comenzó a ser reconocido y ampliado, con la solicitud de innumerables licencias de radiodifusión durante el mandato de Obregón.
Las primeras transmisiones de radio en Guadalajara
Guadalajara no se quedó atrás en este fenómeno radiofónico. Las primeras transmisiones de radio en la ciudad tuvieron lugar en 1923, y la tienda Buelna & Cox fue la primera en vender aparatos receptores de radio. Así, las radios locales comenzaron a surgir poco a poco, priorizando los anuncios publicitarios como fuente de ingresos.
Entre leyes y empresarios
Como era de esperar, el fenómeno de la radiodifusión atrajo la atención de los empresarios y el gobierno. En 1926, se promulgó la primera Ley de Comunicaciones, cuyo objetivo era regular y controlarlas estaciones de radio. Esto sentó las bases para la creación de ligas de radiodifusores a nivel nacional, formadas principalmente por empresarios.
La prensa también comenzó a adentrarse en el negocio de la radio, creando estaciones y consiguiendo seguidores entre los anunciantes. Al mismo tiempo, gigantes como NBC y CBS comenzaron a invertir en estaciones de radio mexicanas, como la XEW y la XEQ, fortaleciendo así la industria.
Construyendo un legado: Emilio Azcárraga y Radio Mil
El legado de la radio mexicana se compondría de nombres de peso en la industria, entre ellos, Emilio Azcárraga, quien fundó una estación de radio que permitiría la transmisión de programas propios, la innovadora Radio Mil. En colaboración con artistas talentosos, la importancia de la música y la creatividad enriqueció la programación de la emisora.
La UNAM y la radio no comercial
En 1937, se destacó otro capítulo en la historia de la radio mexicana: la estación de la UNAM, una radio no comercial dedicada a contenidos culturales y artísticos, comenzó a trasmitir, enriqueciendo así la diversidad de oferta en las ondas.
Las estaciones de provincia y la competencia
Con el paso del tiempo, la competencia entre las estaciones de provincia y las repetidoras afectó negativamente a las estaciones locales previamente establecidas. Muchas de ellas desaparecieron o fueron adquiridas por competidores más grandes, lo que demostró la crueldad del negocio.
La llegada de la televisión
La televisión apareció en el panorama de los medios mexicanos como un contendiente que no pasaría desapercibido. Pronto se convirtió en un competidor importante para la radio, dejándola en un segundo plano a medida que las audiencias migraban hacia las pantallas y la era dorada de la televisión mexicana comenzaba.
El papel de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes
Ante la creciente competencia y la necesidad de regulación, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes intervino para asegurar el cumplimiento de las normas y supervisar el funcionamiento exitoso de las estaciones de radio y televisión. La legitimación de la radio como un negocio viable para unos pocos se consagró el 19 de enero de 1960 con la Ley Federal de Radio y Televisión, que sigue vigente en la actualidad.
La evolución de los medios en el siglo XXI
La historia de la radio y la televisión en México continúa evolucionando en el siglo XXI, adentrándose en el mundo del streaming y enfrentándose a nuevos desafíos y oportunidades. Aún así, la magia persiste y nuestras pantallas y ondas siguen siendo testigo de increíbles historias y personajes que enriquecen nuestras vidas.
Así que la próxima vez que enciendas tu radio o tu televisor, piensa en los visionarios pioneros que hicieron posible este viaje. Celebremos juntos el legado de la radio y la televisión mexicana y mantengamos viva esta magia en nuestros hogares.