Cómo dar pecho acostada: Posturas cómodas para amamantar

Cómo darle pecho a mi bebé acostada

Dar el pecho acostada es una opción cómoda y práctica para muchas madres durante la lactancia. Claudia Bacariza Souto, fisioterapeuta especializada en pediatría y maternidad, destaca tres posturas ideales que permiten amamantar mientras se está recostada: la posición biológica con el bebé de lado, la posición de lado, y la posición de rugby o balón de fútbol.
Estas técnicas ofrecen múltiples beneficios. Por un lado, garantizan la comodidad tanto para la madre como para el bebé, permitiendo dar el pecho mientras se descansa o durante las tomas nocturnas. Además, son especialmente recomendables en ciertas circunstancias, como en caso de ingurgitación mamaria, grietas en el pezón, reflujo del bebé o si la madre tiene pechos grandes.

Otro punto a favor es que estas posturas facilitan el descanso y la recuperación materna en el postparto, ya que no requieren estar sentada. Bacariza Souto recalca que “son ideales durante los primeros días, incluso las primeras semanas”, permitiendo dar el pecho de forma cómoda y eficaz.

Cabe destacar que la posición acostada también es muy adecuada para madres que se están recuperando de una cesárea, ya que evita presionar la zona de la incisión. Adoptar posturas que permitan amamantar cómodamente contribuye a una recuperación más rápida y placentera en el post-parto.

Sea cual sea la postura elegida, es fundamental asegurar un buen agarre y posicionamiento del bebé. Esto implica que esté completamente girado hacia el pecho, sin tener que torcer el cuello, y que su boca abarque no solo el pezón sino buena parte de la areola. Un agarre correcto es clave para una lactancia exitosa y placentera.

Posición de lactancia acostada tras cesárea

El desafío de iniciar la lactancia tras una cesárea se entiende mejor al destacar la importancia de encontrar una posición cómoda tanto para la madre como para el recién nacido. Según expertos mencionados por Saludtools, un software de gestión para clínicas, el periodo postoperatorio exige especial cuidado para asegurar un proceso de alimentación exitoso. Particularmente, sostienen que la colocación del bebé debe propiciar una conexión barriga con barriga, asegurando que su chin esté en contacto con el pecho y empleando la formación de una “C” con la mano para mejorar la comodidad. “Lo ideal es que el bebé siempre esté totalmente girado barriga con barriga, que el mentón quede pegado al seno“, resaltan, destacando la importancia de este contacto cercano y directo entre madre e hijo. Este acercamiento no solo beneficia emocionalmente, sino que también facilita un agarre adecuado, vital para una lactancia materna satisfactoria.

En los días iniciales, el calostro juega un papel primordial, siendo descrito como una leche especial de textura espesa y color amarillento, rica en nutrientes esenciales y anticuerpos. Asimismo, el desafío de mantener una lactancia adecuada post-cesárea comprende también el manejo de posibles molestias, para lo cual se recomienda la utilización de lanolina ultra purificada e hipoalergénica y, si persisten dolor o lesiones, la posible incorporación temporal de pezoneras. “Si presentamos lesiones o dolor, lo primero que debemos revisar es que el agarre sea el adecuado“, concluyen, subrayando la prioridad de un inicio saludable de la lactancia para el bienestar conjunto de madre y bebé.

Dar pecho acostada y bebé no eructa: ¿Un motivo de preocupación?

Alimentar al bebé directamente del pecho ofrece innumerables beneficios para ambos, madre e hijo. La posición para amamantar, aunque pueda variar según la comodidad y necesidades, a veces plantea dudas, especialmente la práctica de hacerlo acostada. Esta postura puede facilitar el descanso de la madre, pero ¿qué sucede si el bebé no eructa después de la toma? La preocupación surge al imaginar que el pequeño pueda sentirse incómodo o tener gases.

La lactancia natural minimiza la ingesta de aire, a diferencia de la alimentación con biberón. El diseño de la anatomía maternal y la técnica de lactancia promueven un sello hermético alrededor del pezón, lo cual reduce significativamente las posibilidades de que el bebé ingiera aire durante la alimentación. “Si el bebé amamantado no eructa después de alimentarse, especialmente si se ha hecho acostado, no siempre es señal de alarma”, comparten expertos en lactancia. Esta afirmación reitera la eficacia natural del método de lactancia materna en prevenir la ingestión de aire, lo que a su vez, disminuye la necesidad de eructar post-alimentación.

Es frecuente que los bebés se relajen y duerman después de mamar, particularmente en una postura cómoda como la de acostados. Este comportamiento es un indicativo de que están conformes y sin malestar, incluso si no llegan a eructar.

Posición de balón de rugby mientras estás tumbada

En un video reciente, Chiqui de Cos comparte técnicas prácticas para mejorar la experiencia de amamantamiento adoptando la posición de balón de rugby. Esta postura, según explica, es particularmente efectiva para aliviar presiones específicas durante la lactancia, como obstrucciones mamarias o el manejo de grietas. La clave radica en la colocación del bebé, orientando sus pies hacia atrás y situándolo ligeramente detrás del cuerpo de la madre, asegurando así un contacto directo y eficaz con el pecho. La técnica del “bigote“, donde el niño toca levemente el pezón antes de la succión, facilita una lactancia cómoda tanto para la madre como para el bebé. “Lo voy a echar un poquito más hacia atrás para que mi pezón le dé directamente en el bigote”, explica Chiqui, reiterando la importancia de no inclinarse hacia el bebé, sino de acercar al bebé al pecho mediante una suave presión en su espalda. La adaptabilidad de esta técnica a distintos tamaños corporales y la posibilidad de utilizar cojines para ajustar la altura, subrayan su versatilidad y eficacia.

¿Cuál es la posición correcta para dar de lactar a un bebé?

Desde el canal Espai Mares. Tu Matrona Online, dirigido por matronas, se abordan temas claves para la salud femenina en sus diferentes etapas, poniendo especial énfasis en la maternidad. En uno de sus vídeos, se ofrece una guía práctica para lograr un agarre correcto durante la lactancia, siendo este un factor crítico para una experiencia de lactancia exitosa. Se destacan tres aspectos esenciales: la postura de la madre, que debe ser cómoda y con el respaldo bien apoyado; la posición del bebé, asegurando que oreja, hombro y cadera estén alineados; y el agarre propiamente dicho, donde la boca del bebé debe abrirse al menos 90 grados antes de introducir el pezón y la areola. La matrona hace hincapié en que “cuando una lactancia materna es dolorosa, siempre, siempre, siempre es porque hay un mal agarre”. Este consejo apunta a desmitificar creencias erróneas y enfatiza la importancia de una correcta técnica de lactancia para evitar dolor, grietas y otros problemas que pueden surgir por un agarre inadecuado del bebé al pecho.