Qué es el Frenillo Tipo 3: Todo lo que necesitas saber

que es frenillo tipo 3

El frenillo tipo 3 es una condición médica que afecta a la lengua de algunas personas. Se caracteriza por tener una membrana visible en la parte posterior de la lengua, pero con un anclaje submucoso no visible. A simple vista puede ser difícil de apreciar, pero se puede sentir al pasar un dedo debajo de la lengua en reposo.

Esta condición dificulta los movimientos de elevación y vibración de la lengua, lo cual puede causar molestias y dificultades en la lactancia materna. Por esta razón, es crucial diagnosticar y tratar el frenillo lingual desde la función de la lengua, ya que incluso un frenillo que no se vea puede ocasionar problemas en la lactancia.

El frenillo tipo 3 se clasifica dentro de los tipos de frenillo lingual según el grado de anclaje y visibilidad. En este caso, se trata de un frenillo con un anclaje submucoso no visible y una membrana visible en la parte posterior de la lengua. Esto puede generar complicaciones y riesgos para la salud, por lo que se recomienda buscar tratamiento adecuado para solucionar la condición.

El tratamiento recomendado para el frenillo tipo 3 es la cirugía, que consiste en realizar un corte sobre el frenillo para liberar la lengua. En algunos casos, puede ser necesario realizar la intervención en quirófano bajo sedación. Después de la cirugía, es común que las madres noten una succión diferente y menos dolorosa, aunque puede tomar un tiempo para que los bebés se acostumbren y vuelvan a aprender a mamar correctamente. Es importante seguir las recomendaciones del médico y realizar un seguimiento adecuado después de la intervención para asegurar una recuperación exitosa.

¿Cómo afecta el frenillo tipo 3?

El frenillo tipo 3 puede tener efectos negativos tanto en la lactancia materna como en el desarrollo del bebé. Esto se debe a que el frenillo corto limita los movimientos de elevación y vibración de la lengua, lo que dificulta el agarre mamario adecuado y puede causar dolor durante la succión. Además, puede afectar la ganancia de peso del bebé y causar frustración y tristeza en la madre al no poder amamantar correctamente.

Al ser una membrana visible en la parte posterior de la lengua, pero con un anclaje submucoso no visible, el frenillo tipo 3 puede no ser fácil de detectar a simple vista. Sin embargo, se puede percibir al pasar un dedo debajo de la lengua en reposo. Por lo tanto, es clave que tanto los padres como los profesionales de la salud estén atentos a los signos de un frenillo corto para poder diagnosticarlo y tratarlo adecuadamente.

¿Cómo se diagnostica el frenillo tipo 3 y cuánto tiempo puede durar?

El diagnóstico del frenillo tipo 3 se realiza mediante una evaluación visual y manual de la lengua, así como de los síntomas y dificultades que presenta el bebé durante la lactancia. Es crucial que este diagnóstico sea realizado por un especialista en ORL, odontología o cirugía maxilofacial, ya que son los más capacitados para identificar y tratar este tipo de frenillo.

En cuanto a la duración de los síntomas del frenillo tipo 3, esto puede variar de un caso a otro. Sin embargo, es vital tratarlo lo antes posible para evitar complicaciones a largo plazo y para mejorar la experiencia de lactancia y desarrollo del bebé. La frenectomía, una cirugía que consiste en liberar el frenillo corto, es el tratamiento recomendado para este tipo de problema y puede ser realizada en bebés de pocas semanas de vida hasta adultos.

¿Cuándo es necesario cortar el frenillo?

La frenectomía es útil en casos de frenillos linguales cortos, que limitan el movimiento de la lengua y causan dificultades para amamantar. Esta intervención consiste en liberar la banda de tejido fibroso que restringe el movimiento de la lengua. Por lo general, se realiza con tijeras romas o bisturí eléctrico, dependiendo del tipo de frenillo. Además, se puede realizar con un ligero corte ambulatorio en los casos de frenillos tipo 1 y 2, o bajo sedación en quirófano en los casos de frenillos tipo 3 y 4.

La frenectomía es una intervención sencilla y segura que se recomienda cuando otras técnicas para mejorar la lactancia, como el correcto agarre y postura de la madre, no han sido efectivas. Es significativo mencionar que la cirugía se realiza con anestesia local, por lo que el bebé puede regresar a casa en el mismo día.

Antes de someter al bebé a esta intervención, es necesario valorar cuidadosamente si es realmente necesario. Por esto, es significativo consultar con una asesora, IBCLC (Consejera Certificada en Lactancia Materna) o matrona, para que juntos valoren las dificultades de lactancia y evalúen si es oportuno realizar la frenectomía. La decisión final siempre debe ser tomada por los padres, quienes deben informarse de manera objetiva sobre los beneficios y riesgos de la cirugía y considerar todas las opciones antes de tomar una decisión.

Resultados después de cortar el frenillo

Una vez que se ha realizado la intervención para cortar el frenillo lingual, las madres pueden notar una diferencia inmediata en la succión del bebé. Esto se debe a que, al liberar la lengua, el bebé puede agarrar el pezón de forma más adecuada y la alimentación se vuelve menos dolorosa. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que el bebé puede tardar un tiempo en acostumbrarse a esta nueva forma de alimentación.

El proceso de curación después de cortar el frenillo puede variar en cada bebé. Algunos experimentan una rapidez en su recuperación, mientras que en otros puede tardar un poco más. Durante este periodo, es posible que los bebés presenten algunas dificultades en la alimentación, como tomar más tiempo en cada toma, dificultad para ganar peso y mostrarse irritables y agotados.

A largo plazo, es clave destacar que un frenillo corto puede tener consecuencias en la alimentación y en el desarrollo del bebé. Aunque se haya realizado la intervención, es posible que sigan presentando dificultades para alimentarse, como regurgitaciones y dificultades en la deglución. Además, un frenillo corto puede afectar la adquisición de habilidades articulatorias para el habla, lo que puede tener un impacto en el desarrollo del lenguaje del bebé.

Complicaciones de la cirugía de frenillo

La cirugía de frenillo lingual corto, conocida como frenectomía, es un procedimiento común recomendado para liberar la banda de tejido fibroso que restringe el movimiento de la lengua. Aunque es un procedimiento relativamente sencillo, puede haber algunas complicaciones que deben ser tomadas en cuenta antes del procedimiento. Es relevante conocer estas posibles complicaciones para poder tomar una decisión informada sobre el tratamiento.

Las complicaciones más comunes que pueden ocurrir debido a la cirugía de frenillo incluyen dolor durante la lactancia para la madre y dificultades en el crecimiento y desarrollo del habla para el bebé. Para la madre, la presión excesiva en la boca y la fuerza con la que el bebé comprime el pezón contra el paladar puede causar grietas, heridas, infecciones y mastitis. Además, puede causar frustración y tristeza al no poder amamantar adecuadamente o al notar que el bebé no gana suficiente peso.

En cuanto al bebé, un frenillo corto puede dificultar la succión efectiva de la leche, lo que puede resultar en un crecimiento insuficiente y problemas en el desarrollo del habla. Algunos indicadores de un frenillo sublingual corto incluyen retrognatia, movimientos irregulares de la lengua, chasquidos durante la succión y paladar ojival. Estos problemas pueden afectar el desarrollo adecuado de la mandíbula, los dientes y la capacidad de hablar correctamente.

Es esencial tener en cuenta que la evaluación del frenillo se realiza visualmente por especialistas en otorrinolaringología, odontopediatría, pediatría o cirugía maxilofacial, en conjunto con logopedas. Se evalúa la movilidad de la lengua en términos de protusión, elevación y movilidad transversal o contralateral. Esta evaluación es clave para determinar si la cirugía de frenillo es necesaria para tratar las complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente.