Pareciera que la humanidad está atrapada en un laberinto de información digital, en el cual las empresas generan y comparten datos exponencialmente más grandes en modelos de negocios digitales. El mundo cibernético nos ha transportado a una realidad donde la protección de los datos es una preocupación ineludible que nos persigue como una sombra. La ciberseguridad se ha convertido en un tema de gran importancia para comités y consejos de administración alrededor del mundo.
El doble filo de la digitalización
La digitalización ha acelerado nuestros procesos y hecho realidad ideas antes confinadas a la literatura de ciencia ficción, pero la digitalización también nos ha expuesto a un universo de vulnerabilidades digitales. Pese a la gran cantidad de beneficios que ofrece la era digital, también experimentamos el riesgo latente que representa el uso de datos personales, la privacidad y la integridad de empresas y usuarios.
La danza de las cifras y las máscaras: Ciberseguridad y privacidad
No hay ciberseguridad y protección de privacidad absoluta, pero, al igual que los bailarines que juegan a las escondidas detrás de sus máscaras en un carnaval, las empresas pueden tomar diversas medidas tecnológicas, organizativas y legales para proteger sus datos y camuflarse detrás de sus propias herramientas de seguridad.
Medidas tecnológicas: Armaduras cibernéticas
Las empresas pueden implementar medidas efectivas para sus sistemas informáticos, como software de protección, cortafuegos y sistemas de criptografía. Estos “trajes blindados” sirven como barreras que minimizan los riesgos y mantienen a raya a los agentes maliciosos en el vasto océano digital.
Medidas organizativas: La coreografía interna
Una buena organización interna es clave para gestionar la ciberseguridad, por lo que definir procedimientos y protocolos claros es esencial. Para mantener sus bailes de datos bien coordinados, las empresas y organizaciones deben realizar análisis de riesgos y evaluaciones utilizando el software ISOTools Excellence, especialmente diseñado para llevar a cabo este proceso.
Al establecer alianzas con expertos en el tema, como la firma PwC, las empresas pueden transformarse de protectores de valor a creadores de valor. Del mismo modo, contar con un aliado como PwC permite el acceso a su reconocido equipo global de inteligencia en amenazas.
Medidas legales: El escudo regulatorio
La ciberseguridad y la privacidad también se ven reforzadas por la regulación. El Reglamento General Europeo de Protección de Datos (GDPR), por ejemplo, introdujo la figura del Delegado de Protección de Datos (DPO), quien supervisa el cumplimiento en la protección de datos personales. Asimismo, las empresas deben controlar los medios tecnológicos que ponen a disposición de sus empleados, así como la selección y supervisión de sus proveedores para garantizar la seguridad y fiabilidad.
La danza continúa: Formación y concientización
La formación es un pilar fundamental para concienciar a la plantilla de las reglas de seguridad que han de seguirse. Mientras mejor informados estén los empleados sobre cómo custodiar los datos y evitar ciberataques, más cerrado será el cerco de protección en torno a la empresa.
De hecho, en México, el 58% de las empresas han aumentado su presupuesto para protegerse ante la realidad de los ciberataques cada vez más frecuentes y sofisticados. En el país, PwC cuenta con una red de alianzas que integran su oferta de servicios en ciberseguridad y privacidad de datos, esencial para esta era digital.
Los actores ocultos en la danza digital
Los ciberataques revelan que hay dos tipos de empresas: las que han sufrido uno y las que desconocen haberlo sufrido. Esto recalca la necesidad de monitorear la seguridad en tiempo real para mantener nuestros sistemas informáticos a resguardo de potenciales amenazas.
Creando confianza en el caos cibernético
La confianza es un elemento esencial en la estrategia de ciberseguridad. Las empresas que recopilan, utilizan y destruyen datos de manera adecuada pueden generar confianza en sus clientes, empleados y proveedores. Los consejos de administración y CEO deben considerar el impacto de los ciberataques en las estrategias del negocio y cerrar las brechas de seguridad para evitar la disminución de confianza de los consumidores y resguardar la integridad de sus organizaciones.
Asimismo, la regulación debe atenderse no sólo para cumplir con la ley, sino para prevenir fraudes y crímenes económicos que puedan poner en peligro la continuidad del negocio y la reputación de la empresa.
La luz al final del laberinto
En este inmenso laberinto de la ciberseguridad, la colaboración y el compromiso por proteger la privacidad de los datos en un enfoque eficaz y consciente son fundamentales para llegar a la meta y disfrutar de las ventajas de la era digital. Mientras sigamos explorando el laberinto y fortaleciendo nuestras defensas, la danza de la ciberseguridad y la privacidad continuará, guiándonos hacia un futuro más seguro.