Una presa es un muro que retiene el agua provocando una gran elevación del cauce del río debido a la altura de la infraestructura. Su principal función es almacenar agua, regular su flujo y generar energía hidroeléctrica. Las presas también ayudan a controlar las inundaciones y suministrar agua potable a las comunidades cercanas.
Existen diferentes tipologías de presas que se construyen según las necesidades y condiciones específicas de cada lugar. Algunos tipos comunes son las presas de arco gravedad, bóveda, contrafuertes, gravedad y mampostería. Cada una de ellas se utiliza para diferentes propósitos y se construye de acuerdo a la geometría del terreno y la disponibilidad de materiales.
Las presas de gravedad son aquellas que soportan la presión hidráulica del agua mediante su propio peso. Estas presas están hechas de concreto o mampostería y son muy robustas y duraderas. Por otro lado, las presas de materiales sueltos están constituidas por materiales naturales sin transformación, como gravas, arenas, limos, arcillas y escolleras. Estas presas son menos costosas de construir, pero requieren un buen control de filtraciones.
Además de las presas convencionales, también existen alternativas como los azudes y las presas inflables. Los azudes son estructuras que se construyen transversalmente a un río para elevar el nivel del agua y desviarlo hacia un canal o una acequia. Por otro lado, las presas inflables son estructuras temporales que se utilizan para controlar el flujo del agua en situaciones específicas.
Definición de presas y aplicaciones en México
Las presas son estructuras construidas en ríos o arroyos con el objetivo de regular el flujo del agua. Estas construcciones desempeñan un papel fundamental en la gestión y aprovechamiento de los recursos hídricos en nuestro país. En México, existen aproximadamente 181 presas consideradas como principales, las cuales representan el 80% de la capacidad de almacenamiento nacional.
Las presas tienen varias aplicaciones en México que contribuyen al desarrollo económico y social del país. Una de las principales aplicaciones es la generación de energía hidroeléctrica, aprovechando la fuerza del agua para producir electricidad de manera limpia y renovable. Además, estas estructuras también tienen el propósito de suministrar agua para riego agrícola, facilitando el crecimiento de nuestras actividades agrícolas y brindando la oportunidad de incrementar la productividad en diferentes zonas del país.
Otra aplicación importante de las presas es el abastecimiento público de agua. Muchas ciudades y comunidades dependen de estas estructuras para obtener agua potable y asegurar el suministro a la población. Además, las presas también juegan un papel crucial en el control de inundaciones, regulando el flujo de agua durante periodos de lluvias intensas y evitando desastres naturales.
Tipos de Presas en México
Existen diferentes tipos de presas, cada una con características y usos particulares. Estas presas desempeñan un papel importante en el abastecimiento de agua, la generación de energía hidroeléctrica y la agricultura en el país.
- Presas de hormigón o de mampostería: Estas presas son construidas con hormigón o mampostería y son conocidas por su robustez y resistencia a la presión del agua. Tienen un nivel máximo de embalse de 2023 m y un nivel mínimo de 1984,5 m.
- Presas bóveda: Estas presas son curvadas hacia aguas arriba y se encuentran en valles estrechos o cañones. Transmiten la presión del agua contra la presa sobre las laderas. Tienen un nivel máximo de embalse de 1850 m y un nivel mínimo de explotación de 1740 m.
- Presas de contrafuertes: Estas presas consisten en una sucesión de soportes verticales situados en el lado de aguas abajo de la presa. La cara de aguas arriba está inclinada en un ángulo de 45°.
- Presas hechas a partir de tierra o de rocas: También conocidas como presas de materiales sueltos, se construyen con tierra, rocas o una combinación de ambos. Pueden ser presas de tierra, presas de escollera o presas mixtas. Estos tipos de presas representan el 75% de la totalidad de las presas en el mundo.
Se estima que existen más de 4,800 presas, de las cuales 677 se consideran grandes según la Comisión Internacional de Grandes Presas (COLD). La capacidad de almacenamiento de estas presas varía ampliamente, desde menos de 500 mil m3 hasta más de 18 mil millones de m3.
La principal función de las presas en México es la generación de energía hidroeléctrica, seguida de actividades agrícolas, especialmente en el norte del país. Algunas de las presas más grandes en México son la Presa Belisario Domínguez en Chiapas y la Presa Infiernillo en Guerrero y Michoacán.
Usos de las presas en México
Las presas en México tienen varios usos estratégicos que benefician a la población y contribuyen al desarrollo del país. Uno de los principales usos es el almacenamiento de agua de lluvia para abastecer los usos público urbano, agrícola e industrial. Esto significa que las presas son fundamentales para garantizar el suministro de agua potable a las ciudades, el riego de los cultivos y el abastecimiento de agua a las industrias.
Además de su función de almacenamiento de agua, las presas también desempeñan un papel crucial en el control de las avenidas de agua generadas por lluvias torrenciales. Esto es fundamental para la protección de la población y su patrimonio, ya que evita inundaciones y minimiza los daños causados por las crecidas de los ríos.
La construcción de nuevas presas, como la presa Solís, genera beneficios concretos en la economía y la calidad de vida de la población. En el caso de esta presa, se espera que proporcione más de 603 millones de metros cúbicos de agua para riego durante el próximo ciclo agrícola. Esto permitirá a los productores del Distrito de Riego 011 en Acámbaro incrementar su producción de alimentos, generando más de 679 mil toneladas de alimentos con un valor estimado en más de 2 mil millones de pesos.
Beneficios de las presas en México
Las presas en México tienen varios beneficios importantes para el país. Uno de los principales es la generación de energía hidroeléctrica. Actualmente, cerca del 13% de la energía total consumida en México proviene de plantas hidroeléctricas. Esto es posible gracias a las presas, que permiten aprovechar la fuerza del agua para producir electricidad. Enfocándonos en datos más específicos, más del 80% de la producción hidroeléctrica en México se concentra en cuatro ríos: el Balsas, el Grijalva, Santiago y Papaloapan.
Otro beneficio de las presas en México es el almacenamiento de agua. Las presas permiten guardar agua para diferentes usos y fines. Durante la temporada de sequía, el agua almacenada en las presas se utiliza para abastecer a las comunidades y zonas donde la distribución de agua es limitada. Además, el agua almacenada también se utiliza para proteger contra inundaciones, ya que las presas pueden regular el flujo de agua en los ríos. También se emplea para fines productivos, como la agricultura y la industria.
Las presas en México también tienen una función importantísima en la infraestructura hidroagrícola del país. En algunos casos, las presas se utilizan como parte de esta infraestructura para el cultivo de peces, lo que contribuye a la agricultura y a la seguridad alimentaria. Además, se ha demostrado que las presas ofrecen una versatilidad y eficiencia notables, tanto en términos de adaptación a factores ambientales y fisiográficos, como en su capacidad de operación. Por ejemplo, algunas presas pueden ajustar su sistema para hacer reversible su proceso, permitiendo el re-bombeo de agua al embalse cuando hay excedentes.
Impactos ambientales de las presas en México
Las represas en México tienen impactos ambientales significativos. Estas alteran los flujos de agua, bloquean las rutas de migración de los peces, devastan los hábitats de las especies en peligro de extinción y atrapan los sedimentos ricos en nutrientes necesarios para reabastecer a los deltas río abajo.
En la actualidad, el número de grandes represas en el mundo se ha multiplicado por diez desde 1950 hasta 2017, alcanzando más de 58,000 represas. Esta expansión ha traído consigo consecuencias negativas para los ecosistemas acuáticos y terrestres que rodean a estas estructuras. Un estudio realizado por WWF en 2019 reveló que casi dos tercios de los ríos más largos del mundo han sido obstruidos por represas, lo que ha generado un desequilibrio en los ecosistemas y en los ciclos naturales del agua.
La organización WWF se opone a las represas y otros proyectos de infraestructura que son claramente dañinos para el medio ambiente. Varios científicos también han expresado su preocupación por el impacto negativo de las represas en los ecosistemas. Estos expertos señalan que la construcción de represas puede alterar los flujos de agua y reducir la disponibilidad de agua dulce para las comunidades y los ecosistemas que dependen de ellos.
- Las represas alteran los flujos de agua.
- Bloquean las rutas de migración de los peces.
- Devastan los hábitats de las especies en peligro de extinción.
- Atrapan los sedimentos ricos en nutrientes necesarios para reabastecer a los deltas río abajo.
Riesgos de las presas en México
Las presas en México enfrentan peligros de desbordamiento y colapso debido al deterioro y la falta de mantenimiento. Según la experta en aguas y profesora de estudios ambientales del Colegio de México, Judith Domínguez Serrano, muchas de las presas nacionales han superado su vida útil y algunas han estado en funcionamiento desde 1910-1920. Además, el presupuesto federal para la infraestructura de presas ha disminuido durante más de una década, lo que ha llevado a una falta de fondos para el mantenimiento adecuado de estas estructuras.
Desgaste y falta de mantenimiento:
El deterioro y la falta de mantenimiento de las presas en México aumentan el riesgo de desbordamientos y colapsos. A lo largo de los años, las estructuras de las presas pueden sufrir desgaste debido a las condiciones climáticas y a la falta de inversiones en su mantenimiento. Este desgaste puede debilitar las presas y hacerlas más propensas a sufrir daños o fallas en caso de lluvias intensas o crecidas de ríos.
Desgaste y falta de mantenimiento:
Muchas de las presas nacionales en México han superado su vida útil, lo que aumenta significativamente el riesgo de fallas. Las presas construidas hace más de un siglo no fueron diseñadas para soportar las condiciones actuales, como las fuertes lluvias o el aumento de la población cerca de las áreas de embalse. Esta falta de adecuación a las circunstancias actuales aumenta la probabilidad de desbordamientos y colapsos.
Bajo presupuesto para el mantenimiento:
El presupuesto federal asignado a la infraestructura de presas ha disminuido durante más de una década en México. Esta falta de fondos ha llevado a un bajo presupuesto para el mantenimiento regular de las presas, lo que compromete aún más su integridad. Sin un adecuado mantenimiento preventivo, las presas están en mayor riesgo de sufrir desbordamientos y colapsos.
Judith Domínguez Serrano advierte que los desbordamientos y colapsos de las presas en México se pueden prevenir si se monitorean y manejan correctamente. Aunque el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha afirmado que algunas presas están a plena capacidad debido a las fuertes lluvias, esto no elimina el riesgo de desbordamiento y colapso de las presas. Es necesario tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad y el mantenimiento adecuado de las presas en México, a fin de evitar posibles catástrofes y proteger a las comunidades cercanas a estas estructuras vitales.
Proyectos de Presas en México que Obtendrán Financiamiento Federal
Los proyectos de presas en México que obtendrán financiamiento federal son varios y abarcan diferentes estados del país. Estos proyectos son fundamentales para garantizar el acceso al agua potable, impulsar la generación de energía y facilitar la irrigación de tierras agrícolas. A continuación, se detallan algunos de estos proyectos:
1. Represas Santa María y Picachos en Sinaloa: Uno de los proyectos destacados es la construcción de las presas Santa María y Picachos en el estado de Sinaloa. La presa Santa María recibirá un financiamiento de 5.100 millones de pesos de acuerdo al presupuesto 2022. La inversión total necesaria alcanza los 16.300 millones de pesos, pero hasta el momento se han asignado 4.300 millones de pesos para este proyecto. Además del financiamiento federal, este proyecto también se financiará con los fondos obtenidos de la rifa de una casa y 200 lotes en la playa Espíritu de Sinaloa. Se espera que la presa Santa María beneficie a cerca de medio millón de habitantes al mejorar el acceso al agua potable, así como permitir la irrigación de alrededor de 30.000 hectáreas y generar 231GWh/a de energía.
2. Represa La Libertad en Nuevo León: Otro proyecto significativo es la construcción de la represa La Libertad en el estado de Nuevo León. A pesar de que ha sido suspendido por las autoridades ambientales, se espera que las obras se completen para el 31 de agosto de 2023. La presa La Libertad recibirá un financiamiento de 1.100 millones de pesos en 2022, y el gasto de capital total estimado es de 5.300 millones de pesos. Una vez finalizada, la represa tendrá una capacidad de almacenamiento de agua de 220Mm3 y abastecerá a municipios cercanos, así como a la capital del estado, Monterrey.
3. Presa El Zapotillo en Jalisco: En Jalisco, se encuentra en marcha la construcción de la presa El Zapotillo. Para el proyecto, el Gobierno Federal destinará 625 millones, 1.300 millones y 704 millones de pesos en los años 2022, 2023 y 2024, respectivamente. Hasta ahora, se han asignado aproximadamente 8.500 millones de pesos para este proyecto. La construcción de la presa inició en 2011 y se espera que esté en funcionamiento después de llegar a un acuerdo con las comunidades afectadas.
4. Proyecto Tunal II en Durango: En Durango, se llevará a cabo el Proyecto Tunal II, que recibirá financiamiento federal. El gobierno destinará 632 millones de pesos al proyecto el próximo año y 376 millones en 2023. Sumado a los 1.600 millones ya asignados en años anteriores, el Gobierno Federal habrá asegurado su parte del financiamiento necesario para poner en funcionamiento el proyecto.
Estos son solo algunos ejemplos de proyectos de presas en México que obtendrán financiamiento federal. La inversión en infraestructura hídrica es esencial para impulsar el desarrollo y garantizar el acceso a recursos vitales como el agua y la energía.
Alternativas a las presas en México
Las presas subterráneas son una alternativa sustentable para el abastecimiento de agua en México. En 2015 se construyó la primera presa subterránea en Charape de los Pelones, en el municipio de Querétaro. Esta obra hidráulica fue realizada por iniciativa del gobierno del estado de Querétaro, la Comisión Estatal de Aguas (CEA) y el director de Presas Bajo Tierra, SA de CV, Miguel Álvarez Sánchez.
Las presas subterráneas ofrecen varias ventajas, como el almacenamiento de agua sin evaporación, conservando su pureza y química. Además, son más económicas y sustentables. El proceso de construcción de una presa subterránea consiste en construir una barrera impermeable en el lecho permeable para almacenar el agua. Estas presas son recomendables en zonas áridas, semiáridas o costeras, y pueden ayudar a la recuperación de los mantos acuíferos al detener el agua y recargarlos.
Las presas subterráneas representan una alternativa diferente para solucionar los problemas de agua en zonas de conflicto o semidesérticas. Es relevante considerar estas alternativas debido a la disminución del nivel friático y la sobreexplotación de los acuíferos. Sin embargo, es necesario tener en cuenta posibles complicaciones y problemas. Por ejemplo, la construcción de presas subterráneas requiere de estudios geológicos exhaustivos para garantizar la viabilidad del proyecto y evitar posibles filtraciones. Además, es fundamental la planificación adecuada y la participación de expertos en hidrología y construcción para asegurar un diseño apropiado y una operación segura.