El transporte terrestre es uno de los medios más importantes para el traslado de personas y mercancías en México. Dicho esto, lamentablemente, no todo es color de rosa en el panorama del transporte público. A lo largo de este artículo, exploraremos los desafíos y oportunidades que enfrenta el transporte público en México en la actualidad.
Un sector clave: el transporte terrestre
El 75% de los medios de transporte en México corresponden al transporte terrestre, lo que pone de manifiesto su relevancia en la vida cotidiana de los mexicanos. Sin embargo, esta importancia también conlleva una serie de desafíos que las empresas de transporte deben enfrentar.
Los principales retos del transporte terrestre
Entre los principales retos que enfrentan las empresas de transporte terrestre en México encontramos la inseguridad, la falta de operadores calificados, el aumento de costos, el control a distancia y la ausencia de apoyo gubernamental. Estos problemas no solo afectan a las empresas y sus empleados, sino también a los usuarios del transporte público, quienes a menudo deben lidiar con servicios deficientes y condiciones poco óptimas.
Inseguridad y vulnerabilidad
La inseguridad es un tema prioritario en México, y el transporte terrestre no es una excepción. Asaltos a operadores y pasajeros, robo de mercancía y robo de unidades forman parte del escenario diario en el transporte público. En este contexto, mantener a los operadores calificados es una tarea difícil debido a las condiciones laborales y la inestabilidad del sector. La falta de seguridad no solo afecta a la calidad del servicio, sino que también pone en peligro la vida de las personas.
Lecciones aprendidas de la pandemia
La pandemia del COVID-19 ha puesto a prueba nuestra capacidad de resiliencia, y el transporte público no fue la excepción. Durante este periodo, aprendimos tres lecciones clave: el transporte público es un servicio esencial, es vulnerable, y fue devaluado por las autoridades en muchos aspectos.
Por ejemplo, en más de 50 ciudades en el mundo, la demanda del transporte público disminuyó en promedio un 80% durante la pandemia. Esto ha generado una serie de retos en la recuperación de la confianza en el transporte público, como el caso de los Metros, que experimentan una recuperación de pasajeros más lenta que los autobuses debido a la percepción en las medidas de protección sanitaria.
La sostenibilidad y la movilidad urbana
Uno de los desafíos más importantes en torno al transporte público es la necesidad de adaptarse a un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad y el medio ambiente. Hacia el 2025 en México y América Latina, se espera un aumento de más del 13 por ciento de gases de efecto invernadero comparado con 2005. Además, la Unión Internacional de Transporte Público (UITP) estima que la demanda de la movilidad urbana se multiplicará hasta 2.6 veces para el año 2050.
El papel de las ciudades y las empresas
En este escenario, ciudades como Ciudad de México, Monterrey, Jalisco, Hidalgo y Yucatán han impulsado la transición hacia la electromovilidad del transporte público en México, buscando reducir las emisiones contaminantes y promover alternativas de movilidad sostenible.
Por otro lado, el sector empresarial también está tomando cartas en el asunto, como es el caso de Scania, que presentó un nuevo modelo eléctrico para transporte público, llamado “Scania Volt & E-Urviabus”, ya en fase de pruebas en Quintana Roo y Ciudad de México. Además, la iniciativa TUMI E-Bus Mission está enfocada en apoyar a 500 ciudades al 2025 en su transición hacia el despliegue de 100 mil autobuses eléctricos.
En busca de soluciones: ¿cómo mejorar el transporte público en México?
La realidad es que el transporte público en México necesita mejoras significativas en diversos aspectos. Para lograrlo, es necesario contar con una agenda nacional que permita implementar políticas públicas integrales, que impulsen el desarrollo urbano y sistemas de transporte eficientes, seguros, sustentables y de calidad.
Entre las propuestas que vale la pena explorar, se encuentra potenciar las líneas urbanas y crear un servicio regular de autobuses, así como ampliar el servicio ferroviario. Además, la implementación de tecnologías que faciliten el control y monitoreo de las unidades de transporte puede ser de gran ayuda para mejorar su operación y eficiencia.
Un futuro más verde y accesible
En última instancia, superar los desafíos del transporte público en México involucra no solo abordar los problemas actuales, sino también imaginar y construir un futuro en el que el transporte sea más verde, accesible e inclusivo para todos. El compromiso de las autoridades, las empresas y la sociedad en su conjunto es clave para lograr este objetivo.
Después de todo, como usuarios del transporte público, todos nos merecemos un viaje digno, seguro y sostenible hacia un México más inclusivo y próspero.